Muere el menor que se precipitó desde un piso de A Coruña

Imagen de archivo de un coche de la Policía Nacional.
Imagen de archivo de un coche de la Policía Nacional.
POLICÍA NACIONAL
Imagen de archivo de un coche de la Policía Nacional.

Muere el menor que se precipitó durante la mañana del martes desde un noveno piso en un edificio situado en el barrio de Los Rosales, en A Coruña. El joven, de unos 14 años, fue trasladado con vida al centro hospitalario Teresa Herrera, el materno infantil del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac), pero falleció a última hora del martes, tal y como han informado desde el colegio donde estudiaba.

La Policía continúa investigando lo ocurrido. El menor se encontraba en su casa, ya que había faltado al colegio porque tenía fiebre. Su madre estaba en el mismo domicilio teletrabajando. Fuentes consultadas por Europa Press apuntan a que no se trataría de un hecho delictivo y no descartan ninguna hipótesis.

Los hechos ocurrieron en torno a las 11.00 horas del martes, cuando el joven se precipitó del noveno piso y cayó contra un vehículo que estaba aparcado en la calle. Un trabajador de una tienda, Félix Aumaitre, fue el primero que atendió al menor mientras no llegaban los equipos de emergencia.

Consiguió despertar al niño

Félix se encontraba arreglando un ordenador en su tienda cuando escuchó un estruendo procedente de la calle. En un primer momento, pensó que se trataba de "una gamberrada, que alguien le había dado una patada a un coche", tal y como contó a La Voz de Galicia. Cuando se asomó por la puerta del local, pudo ver al niño tirado en la carretera.

Inmediatamente, salió corriendo para socorrer al joven, pensando que le habían atropellado y se había dado a la fuga el culpable. El hombre pudo comprobar que el niño no sangraba. "Le di en la carita para que despertara", relató. Sin embargo, no hubo respuesta. Aun así, siguió insistiendo y repitiéndole: "Eres fuerte, aguanta".

Tras ver la abolladura en el coche y la ventana del último piso del edificio abierta, llamó a una ambulancia y a la Policía. Desesperadamente, tal y como contó al diario local, entró en su tienda en busca de mantas: "Una se la puse bajo la cabeza y con la otra lo tapé". Le volvió a dar unas palmadas en la cara y el niño despertó.

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