Bilbao es una de las ciudades españolas que más ha cambiado en los últimos veinte años. Ha pasado de ser una ciudad gris y sin mucho encanto, a una de las ciudades más visitadas del país. Uno de los elementos protagonistas de este cambio es el Museo Guggenheim Bilbao, que abrió sus puertas en 1997, lo que supuso una revolución para una ciudad que anteriormente solo se había dedicado a la industria.
Diez años después de la inauguración del museo, se empezó a levantar la Torre Iberdrola, todo un símbolo de la transformación de la ciudad. Con una altura de 165 metros, es el edificio más alto de Bilbao y el octavo de España. Dentro de la arquitectura terciaria, es un referente por su diseño, tecnología y sostenibilidad. Este centro de negocios fue diseñado por el prestigioso arquitecto Cesar Pelli, autor de las Torres Petronas de Kuala Lumpur (452 metros) o de la Torre de Cristal de Madrid (249,5 metros), la más alta de España.
Mirador 360 de la ciudad de Bilbao
El edificio terminó de construirse en 2012 y cuenta con 41 plantas, 485 plazas de parking y un helipuerto de 18 metros de diámetro. Tiene forma de triángulo isósceles con las puntas ligeramente curvadas y para construirlo fueron necesarias 60.000 toneladas de hormigón y 8.500 de acero.
El mirador se encuentra en la planta 25 de la Torre Iberdrola, a 115 metros de altura. Este espacio tiene las mejores vistas panorámicas de Bilbao, las cuales se pueden disfrutar de forma gratuita y sin límite de tiempo.
En la planta baja, el edificio cuenta con un inmenso vestíbulo de 2.800 metros cuadrados que en los últimos años se ha transformado en una especie de galería de arte, con obras de artistas vascos como Jesús Mari Lazcano, Darío Urzay y Cristina Iglesias.
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