Tras la Puerta de Alcalá, le toca a la de Toledo: Madrid iniciará su restauración en 2024

Puerta de Toledo de Madrid
Puerta de Toledo de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
Puerta de Toledo de Madrid

La Puerta de Toledo será el próximo monumento en pasar por 'chapa y pintura'. La restauración de esta infraestructura es uno de los proyectos que el Ayuntamiento de Madrid tiene pensado llevar a cabo en los próximos años. Así lo han anunciado los técnicos municipales este lunes a primera hora de la mañana. No obstante, previamente van a realizar un estudio de conservación sobre este monumento para, así, poder determinar qué actuaciones serán necesarias acometer en esta infraestructura. Es un trabajo que, según han señalado, comenzará a realizarse a partir del próximo año.

Esta noticia llega justo el día en el que los operarios retiran el último andamio que todavía rodeaba la Puerta de Alcalá. Y es que esta es la próximo intervención, en términos de grandes restauraciones, que el área de Cultura, Turismo y Deporte, encabezada por Marta Rivera de la Cruz, quiere llevar a cabo. "Somos muy conscientes de que la Puerta de Toledo presenta un gran número de patologías que deben ser subsanadas", han expuesto los técnicos de este área. 

Sin embargo, las actuaciones en este monumento no serán de la misma envergadura que la Puerta de Alcalá, que presentaba tales daños que requerían una intervención urgente. El motivo por el que la Puerta de Toledo presenta, en principio, un mejor estado de conservación es que hace aproximadamente cinco años "ya se hizo una intervención que permitió adecuar la parte superior del monumento". En aquella ocasión, los técnicos centraron los trabajos en liberarla de "elementos exógenos", como por ejemplo restos vegetales.

La Puerta de Toledo, que conmemora la independencia española tras la ocupación francesa, es la última puerta monumental que se ha levantado hasta ahora en la capital. Servía de entrada para aquellos caminantes que accedían a la capital por el Camino Real del Manzanares, justo tras cruzar el río. El paso del tiempo, fue construida en 1827, su gran envergadura, 29 metros de alto y 28 de ancho, y la constante exposición a las inclemencias meteorológicas y la contaminación de los coches han sido algunos de los causantes que hacen necesaria la restauración de la infraestructura. 

Sin embargo, el ramo que encabeza Marta Rivera de la Cruz no podrá comenzar los trabajos hasta que se haya completado el estudio de conservación. En ese documento estarán especificados todos los trabajos que necesita la Puerta de Toledo para que pueda volver a lucir en todo su esplendor.

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