Las calles, avenidas, plazas y edificios de las ciudades y pueblos de España ya están iluminadas por las luces de Navidad que cada año causan tanta expectación entre la población.

Esta actividad es de las favoritas por las familias para realizar en estas fechas tan marcadas, pues organizan rutas y paseos para ver cómo han quedado decorados los lugares donde viven. Pero hay quienes, por circunstancias de la vida y del paso del tiempo, se encuentran solos en esta época del año y no tienen con quién ir a ver el alumbrado navideño.

Es por ello que en RadioTaxi Valladolid llevan organizando desde 2019 la 'Cabalgata para abuelos', una iniciativa en la que los taxistas recogen a un grupo de ancianos de sus residencias y les llevan a dar una vuelta en taxi por el centro de la ciudad para que disfruten así de la iluminación y decoración y acercarles el espíritu navideño.

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Un total de 67 taxistas llevaron el pasado miércoles 13 de diciembre a 187 abuelos de 20 residencias en sus vehículos por la ciudad vallisoletana. El recorrido empezó en el Paseo de Zorrilla y continuó por Paseo Filipinos, Plaza Colón, Gamazo, Plaza Madrid, Plaza España, Duque de la Victoria, Ferrari, Plaza Mayor y calle Santiago, hasta su fin en la calle Doctrinos.

Los protagonistas de esta historia saludaban con emoción y grandes sonrisas desde el interior de los taxis a todas aquellas personas con las que se topaban en el recorrido, las cuales les devolvían el gesto. 

"Les hemos sacado de la monotonía"

En el final de la cabalgata se encontraba Alberto Romo, presidente de RadioTaxi Valladolid, que quiso reconocer ante los medios la repercusión que esta iniciativa tiene año tras año. "Ha sido fascinante. Los abuelos lo han agradecido muchísimo, está todo el mundo compartiendo fotos en redes sociales, y eso nos llena de orgullo", recoge El Día de Valladolid.

"Les hemos sacado de la monotonía, les hemos hecho ver lo que de otra manera era imposible. La señora Alicia, que estaba a mi lado, e iba en silla de ruedas, al volver, le dije que sentía tener que devolverla a su residencia, y me contestó: 'Muchas gracias, hijo'", añadió Romo a su relato entre lágrimas de emoción.