La bajada de precios emprendida por los carburantes hace ya dos meses no cesa por el momento, ni siquiera con el boom de desplazamientos por carretera producidos durante el puente de la Constitución. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea publicados este jueves, en la última semana el litro de gasolina y de diésel ha caído en torno a un 1%, un descenso que consolida su tendencia a la baja y que marca en el caso de la súper 95 un nuevo mínimo anual, aunque el gasóleo sigue siendo la opción más barata.
En concreto, el litro de gasolina se paga ya en el surtidor a 1,558 euros, su precio más bajo no solo en lo que va de año, sino incluso en comparación con los niveles de finales de 2022, cuando todavía estaba en vigor el descuento de 20 céntimos por litro de carburante. Esta cota es resultado de once semanas de descensos consecutivos en el precio de la súper 95, que alcanzó su máximo anual a finales de septiembre al llegar a pagarse a 1,76 euros el litro. Desde entonces, el coste de la gasolina se ha reducido un 11,5%. Solo en la última semana, ha experimentado una caída del 0,89%, con respecto a los 1,572 euros a los que se pagaba el litro la semana anterior.
Por su parte, el precio del diésel se sitúa en 1,527 euros por litro, tras registrar un descenso semanal de un 1,04%. Se trata de la octava semana consecutiva en la que el gasóleo se abarata. Este comportamiento está permitiendo recuperar el terreno avanzado durante la escalada de precios del verano. El litro de diésel llegó a costar 1,688 euros a principios de octubre, una marca desde la que se ha reducido un 9,5%. Aunque esta caída de precios es por el momento ligeramente más moderada que la de la gasolina, el gasóleo se mantiene tres céntimos por debajo, por lo que sigue siendo la opción más barata.
De este modo, de acuerdo a los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, que recoge la media del precio registrado en más de 11.400 estaciones de servicio españolas entre el 5 y el 11 de diciembre, llenar un depósito medio de 50 litros de diésel cuesta 76,35 euros. El coste asciende a 77,9 euros en el caso de la gasolina. Si se trata de un depósito de 60 litros, el importe a pagar en el surtidor llega respectivamente hasta los 92,58 y los 94,32 euros.
La gasolina y el diésel son un 5,12% y un 10,7% más baratas que hace un año, cuando el litro se pagaba respectivamente a 1,642 y 1,71 euros. De hecho, la súper 95 es incluso más barata que antes del estallido de la invasión rusa de Ucrania, cuando se situaba en 1,592 euros por litro. Hay que remontarse hasta la primera semana de febrero del año pasado para encontrar una marca similar a la actual en los registros. En el caso del diésel, todavía se mantiene lejos del mínimo de 1,409 al que llegó a pagarse el litro a finales de mayo.
Los precios anotados en España se encuentran por debajo de la media de la Unión Europea, que se sitúa en 1,659 euros por litro para el diésel y 1,684 para la gasolina. En la eurozona la media alcanza los 1,683 euros por litro de gasoil y 1,731 euros por litro de súper 95. En Francia, Alemania o Italia se superan esos niveles, con rangos de entre 1,706 y 1,754 euros para el diésel y entre 1,781 y 1,80 para la gasolina.
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