Los vecinos de los alrededores del Parque de Joan Miró se movilizaron intensamente cuando supieron que la zona logística para las obras de prolongación de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, FGC, iban a suponer la ocupación de 8.800 metros cuadrados del parque y la tala de 178 árboles. Tras las diferentes acciones de protesta, la Conselleria de Territori las tuvo en cuenta y este lunes, en rueda de prensa, el director de Infraestructuras de Movilidad, David Prat, ha dicho que esta ocupación se ha reducido hasta los 5.300 metros cuadrados, un 40% menos. Según Prat, el cambio en el proyecto permite un "equilibrio de lo que es razonable técnica y económicamente y dejar espacio y árboles para vecinos".
En la rueda de prensa también han estado presentes el secretario de Movilidad, Marc Sanglas, y el ingeniero del Ayuntamiento de Barcelona Oriol Altisench. Además de la liberación de espacio, el nuevo proyecto contempla la tala de 118 árboles del parque, frente a los 178 previstos en un primer momento, lo que comporta un incremento de los costes de las obras de seis millones de euros.
Por contra, esta reducción del espacio ocupado en el parque significa incrementar el espacio afectado en la Gran Via, donde se situará el acopio secundario de doveles en la esquina con la calle Vilamarí. El almacenamiento general se trasladará a otro espacio aún sin definir y que el Ayuntamiento concretará en las próximas semanas.
Conexión de líneas
Los trabajos prolongarán la línea L8 desde plaza Espanya hasta la estación de Gràcia, donde se conectará mediante un trasbordo a la red de FGC que une Barcelona con el Vallès. David Prat ha explicado ante los medios que el Govern ha estudiado varias alternativas a la ocupación del parque Joan Miró para la zona logística de estas obras, pero que por "sobrecostes, afectación a los vecinos o sostenibilidad" se han descartado.
Tras finalizar los trabajos previos para desviar servicios el pasado 4 de diciembre, las obras de la prolongación se iniciarán el 8 de enero, según ha asegurado Marc Sanglas. Sin embargo, no será hasta verano de 2025 cuando se inicie la construcción del nuevo túnel.
La construcción de esta infraestructura subterránea tiene un plazo de ejecución previsto de dos años y medio, pero el tiempo total para la finalización de la obra completa es de 58 meses. La inversión prevista es de 412 millones de euros. Una vez terminada, debe permitir un aumento de 19,5 millones de viajeros anuales, de los que 15 millones serán nuevos usuarios.
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