Primera reacción de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, tras la decisión de los cinco diputados de Podemos de romper definitivamente con la coalición y salir de su grupo parlamentario en el Congreso. Este miércoles, un día después de que se anunciara el paso de Podemos al grupo mixto, Díaz denunció que esta decisión "contribuye a la desafección ciudadana" y avisó a los morados de que no deben "equivocarse de adversario", es decir, votar en contra del Gobierno. "Ningún progresista comprendería que se pusieran en jaque políticas buenas para la ciudadanía por intereses de parte", espetó.
Díaz pronunció estas palabras minutos antes de que diera comienzo, precisamente en el Congreso, el acto institucional para conmemorar el 45 aniversario de la Constitución, y pocos instantes después de que la líder de Podemos, Ione Belarra, defendiera como una decisión "difícil, pero imprescindible" la de romper con Sumar. "Estamos seguras de que cualquier persona que defienda el interés de nuestro país no se va a equivocar de adversario", respondió con tono y rostro muy serios Díaz, acompañada de todos los ministros de Sumar: Ernest Urtasun, Mónica García, Pablo Bustinduy y Sira Rego.
La vicepresidenta, pese a las preguntas de los periodistas, evitó calificar de tránsfugas a los diputados de Podemos, aunque fuentes muy próximas a Díaz de la dirección de Sumar aseguran en privado que el de los morados es un caso de transfuguismo de libro. La líder, no obstante, se limitó a asegurar que "lo que hemos visto ayer contribuye a la desafección ciudadana", y planteó que "no hay nada que justifique los intereses de parte cuando desplegamos políticas publicas".
Los avisos de Díaz tienen que ver con el hecho de que Podemos lleve meses avisando de que piensa ejercer su "autonomía", es decir, que no será un apoyo fijo del Gobierno y decidirá su voto a cada iniciativa que se presente en el Congreso en función de lo que negocie con el Ejecutivo. Dicha posición gana ahora fuerza con el paso de los morados al grupo mixto, ya que ahora el Gobierno está obligado a negociar con Podemos porque los morados, si unen sus votos a los de PP y Vox, tienen la capacidad de derribar cuantas iniciativas parlamentarias quieran.
Los Presupuestos Generales del Estado para el 2024 serán la primera prueba de fuego por la que tendrá que pasar el Ejecutivo ante esta nueva situación, habida cuenta de su fragilidad parlamentaria. El proyecto de cuentas ni siquiera se ha presentado todavía, ya que PSOE y Sumar llevan apenas unas semanas negociando el contenido inicial del texto que presentarán después a los grupos parlamentarios para ganarse su apoyo a cambio de incluir algunas de sus peticiones. Pero, presumiblemente, la estrategia de Podemos será la que ya ha comenzado a poner en marcha: exigir que las medidas sociales vayan más allá de las pactadas en el seno del Gobierno para presentarse como una izquierda más ambiciosa que Sumar.
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