Los Mossos d’Esquadra han completado el desalojo para el centro social 'Estudi 9', un edificio okupado en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), una actuación compleja para la que han necesitado nueve horas y dos agentes han resultado heridos leves.
El dispositivo ha empezado a primera hora de la mañana y sobre las 8:10 horas, la policía catalana ha entrado en el inmueble. Una vez dentro, el desalojo se ha complicado tras encontrar a dos okupas con los brazos dentro de bidones de cemento y otros dos, emparedados entre el edificio okupado y el adyacente.
Los agentes han tenido que utilizar una sierra radial para romper el cemento y poder liberarles.
Una vez desalojado el inmueble, se ha procedido a tapiar las dos puertas de acceso a la finca así como a cortar las conexiones de luz y agua que los okupas habían 'pinchado ' para poder tener los servicios en la finca.
Lanzamiento de objetos
El operativo se ha iniciado sobre las 5:30 horas de la mañana, cuando la policía catalana ha acordonado la zona con la colaboración de la Policía Local de Santa Coloma. Al llegar la comitiva judicial, se ha iniciado la entrada. En esos momentos, una treintena de personas han intentado impedir el paso de las fuerzas policiales lanzando piedras y objetos varios, pero finalmente los agentes han accedido al inmueble tras abrir la puerta hidráulicamente.
En protesta al desalojo, varios manifestantes se han aglomerado en la rotonda de la Plaza de la Vila cortando la circulación y provocando caos en el tráfico.
Durante el dispositivo se han desplegado ocho unidades del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y dos unidades de dron de los Mossos, así como diversas dotaciones de Policía Local y de la Unidad de Intervención y Apoyo (ORCA) del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM).
Los okupas convocan una manifestación este jueves
Los okupas del Estudi 9, junto a los de El Kubo y la Ruïna de la Bonanova de Barcelona, ya desalojados, han convocado una manifestación este jueves por la tarde a las 19 horas en la plaza Manent de Santa Coloma.
Portavoces del centro social se quejan de que la propiedad quiere "construir pisos que cuesten entre 300.000 y 400.000 euros", algo que dudan que alguien se lo pueda permitir en el municipio, puesto que "Santa Coloma es una ciudad obrera".
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