El invierno está a la vuelta de la esquina y las temperaturas en todo el país ya han empezado a bajar, por eso muchos hogares buscan el mejor sistema de climatización, valorando eficiencia y rentabilidad.
Entre las opciones más populares se encuentra el gas natural, que sigue siendo la 'reina', aunque cada vez se extienden más otros tipos de calefacción como la aerotermia o el suelo térmico. Pero, ¿qué hay del sistema de calefacción por infrarrojos?
¿Qué es la calefacción por infrarrojos?
La calefacción por infrarrojos es un sistema de climatización que no calienta el aire de forma directa, sino que emite ondas de radiación infrarroja que indicen directamente en los cuerpos que hay en un lugar, produciéndose así una transferencia de calor.
Esta radiación emitida por los calefactores infrarrojos tienen una determinada frecuencia que provocan que los rayos penetren en la superficie de los objetos o las personas calentándolos. Así, al no calentar el aire que respiramos, no existe un riesgo para las vías respiratorias.
Además, el efecto de la calefacción por infrarrojos es retroactivo. Es decir, "cuando los cuerpos que reciben la emisión de la radiación infrarroja, se calientan y a su vez, estos calientan el ambiente", explican en HogarSense.
Ventajas y desventajas
Una de las ventajas principales de este sistema de calefacción es que es muy respetuosa con el medio ambiente, de hecho, sus defensores afirman que es, de hecho, "la más ecológica que existe". La explicación es que no genera emisiones de CO₂ a la atmósfera, y a su vez la vida útil es mucho más elevada si lo comparamos a cualquier otro tipo de calefacción. Asimismo, suelen ser reciclables en un 95 %.
Según Preciogas, estas son algunas de sus principales ventajas y desventajas.
Ventajas
- Calienta casi al instante: no pierde el tiempo en calentar el aire, sino que desde el primer segundo emite las ondas que nos calientan directamente. Por esto mismo no hace falta calentar toda la casa como en los sistemas tradicionales.
- Ahorro energético: si la comparamos con el resto de radiadores eléctricos, supone un ahorro, ya que no necesita calentar el aire y eso hace que requiera menos potencia.
- Es independiente: se instala por estancias, pudiendo apagar o encender dichas estancias de forma individual.
- No estratifica el aire: al no calentar el ambiente no se produce el movimiento del aire caliente hacia el techo (ya que el aire con mayor temperatura tiende a subir).
- No mueve el polvo: como no hay desplazamiento del aire, no se mueve el polvo ni los ácaros.
- No reseca el aire: como el calor se irradia directamente en los cuerpos el aire no pierde humedad.
- Se puede tener la puerta abierta: como el calor incide directamente sobre los cuerpos se puede dejar la puerta abierta.
- Respetuosa con el medio ambiente: al usar energía eléctrica no se producen emisiones de CO2 a la atmósfera.
- No tiene mantenimiento: no requiere de inspecciones por parte de técnicos.
Desventajas
- Efecto hoguera: al igual que sucede cuando te arrimas a un fuego este te calienta mucho más la zona más cercana. La calefacción por convección calienta el aire y con ello el ambiente, haciendo que sea un calor mucho más envolvente.
- Funciona por cercanía: cuanto más lejos estés de la fuente menos calor recibes.
- La electricidad es más cara que el gas: por ello la calefacción cuya fuente de energía es la electricidad suele ser el triple de cara que la calefacción por gas natural.
¿Cuánto cuesta el sistema de infrarrojos?
El precio de los paneles, placas o calefactores de calefacción por infrarrojos depende de varios factores como el tipo de equipo (onda larga o corta), potencia, tamaño, la marca y los materiales de fabricación. Asimismo, si el sistema funciona con conexión wifi -pudiéndose controlar a través del móvil-, el precio seguirá aumentando.
En HogarSense hacen una estimación de precios: "Sondeando el mercado, comprobamos que los precios de radiadores infrarrojos oscilan entre los 150 y los 400 €", y añaden que, por ejemplo, "en Hearart el coste de su calefacción por infrarrojos puede ser de solo 9 € anuales por metro cuadrado". Esto supone un ahorro que ronda el 50 % respecto a las calefacciones tradicionales. "Por su parte, en Heat4All los calefactores de infrarrojos ofrecen confort con un 70 % menos de consumo que otros sistemas". Lo mismo sucede con la empresa sevillana IR-RADIANT, que asegura que "se podría ahorrar hasta un 80% en la factura de luz con sus radiadores".
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