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Un curso y el decálogo para ser asistente personal y apoyar a las personas con discapacidad a vivir de forma independiente

formacion online sobre asistencia personal de fundacion 360 autonomia personal
formacion online sobre asistencia personal de fundacion 360 autonomia personal
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formacion online sobre asistencia personal de fundacion 360 autonomia personal

La Fundación 360 Autonomía Personal, en colaboración con Supercuidadores, ofrece un curso online de formación en asistencia personal para cualquier persona que esté interesada en convertirse en asistente. Esta formación tiene como objetivo la profesionalización de los futuros asistentes personales para que comprendan y apliquen los principios del modelo de vida independiente.

“Todavía no se conoce mucho la figura del asistente personal, pero está reconocida por la ley de autonomía personal”, explica Javier Font, presidente de Fundación 360 Autonomía Personal. “Es una figura distinta al auxiliar de ayuda a domicilio. Normalmente el asistente personal está pensado para personas con discapacidad que son dependientes y que sin este tipo de ayuda no podrían interactuar con la sociedad”, continúa Javier. Con la formación buscan reglar un recurso humano que suple carencias que tiene la persona con discapacidad.

La fundación parte de la Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que reconoce el derecho a una vida autónoma que tiene toda persona con discapacidad. “La asistencia personal implica hacerte un traje a medida de tus necesidades para incluirte en la sociedad de manera normalizada. Es un apoyo humano para que puedas participar en la sociedad”, cuenta Javier.

El presidente recalca la importancia de que es la persona con discapacidad quien da indicaciones al asistente personal para recibir la ayuda en lo que necesite, que puede ser desde levantarse de la cama o asearse a actividades fuera del hogar como ir a un centro para recibir una formación, el apoyo necesario para poder desempeñar un trabajo o acudir a un lugar de ocio. 

A diferencia de lo que ocurre cuando una persona está institucionalizada, comenta Javier, la figura del asistente personal no solo garantiza los derechos de la persona con discapacidad, sino también que pueda cumplir con sus obligaciones como tener un trabajo. A diferencia de un auxiliar de ayuda a domicilio, un asistente personal actúa dentro y fuera del domicilio de la persona con discapacidad.

El 30 de noviembre habrá una sesión informativa gratuita sobre esta formación en asistencia personal. La sesión servirá para presentar el temario a las personas que estén interesadas y así puedan decidir si se inscriben en la formación que tendrá lugar del 13 al 15 de diciembre entre las diez y la una de la tarde. La formación tiene un precio de doscientos euros y los participantes aprenderán primeros auxilios, términos legales y jurídicos, temas de privacidad o sus derechos y obligaciones. 

“Es una formación para contextualizar lo más básico porque luego la propia persona con discapacidad va a ser quien dé indicaciones al asistente personal sobre cómo quiere que le asista”, dice Javier. Terminada la formación, la certificación se homologará en cada comunidad autónoma.

Necesitamos contar con la complicidad de las administraciones, que se impliquen para que den a conocer la figura del asistente personal y se lo ofrezcan a las personas con discapacidad

Para el director es fundamental cambiar el modelo de atención residencial que es la que claramente potencian las administraciones: la institucionalización. Aboga también por superar la figura del cuidador propia de estos lugares. “No nos tienen que cuidar, nos cuidamos nosotros mismos”, defiende.

“Necesitamos contar con la complicidad de las administraciones, que se impliquen para que den a conocer la figura del asistente personal y se lo ofrezcan a las personas con discapacidad”, dice Javier. “Hasta ahora solo el 0,08% de las prestaciones que se dan a través de la ley de dependencia se dedican a la asistencia personal. Es insignificante”. 

La realidad también es que cada comunidad autónoma financia de distinta manera, aunque lo que todas tienen en común es que “prestan una ayuda muy reducida para este tipo de prestación de la asistencia personal. Esta ayuda se suele quedar en el mínimo que marca el Gobierno”, denuncia Javier. De este modo sucede que hay personas con discapacidad que necesitan de la figura del asistente personal pero no pueden pagarla y no reciben la ayuda necesaria para poder tenerla.

La Fundación 360 Autonomía Personal tiene previsto lanzar una aplicación llamada One One que conecte a asistentes personales con personas con discapacidad que quieran contratar uno.

Que las administraciones apuesten por un cambio de modelo para dar paso al de la asistencia personal facilitará el siguiente paso que quieren dar en la fundación: “Nos gustaría que la figura del asistente personal llegue a cualquiera que no quiera ir a una residencia, sea una persona mayor o quien sea. Llegar más allá de la discapacidad”.

El decálogo del asistente personal

Para que la asistencia personal esté centrada en la persona y sus necesidades, la Fundación 360 Autonomía Personal tiene un decálogo del asistente personal:

1) Respeta sus decisiones: la persona con discapacidad tiene derecho a vivir de acuerdo a sus propios valores y preferencias. Reconoce sus capacidades, no discrimines ni la trates como incapaz. Si alguien te pregunta algo sobre tu usuario, que se dirijan directamente al usuario en cuestión. Tú no contestes, eres su apoyo asistencial.

2) Respeta su privacidad y libertad: asegúrate de que tiene los recursos y apoyos necesarios para mantener su bienestar y calidad de vida sin interferir en su intimidad.

3) Respeta sus intereses: la persona con discapacidad tiene intereses y necesidades. Tiene derecho a elegir lo que le gusta. No antepongas tus propios intereses por delante de los deseos de la persona con discapacidad. Escucha con atención sus opiniones y deseos para respetar su voluntad. Actúa como un profesional sin trato paternalista.

4) Valora sus capacidades y opiniones: escucha sus preocupaciones y necesidades, y préstale apoyo para enfrentarse a ellas si te lo pide. Hazlo con empatía, lo que implica respetar sus sentimientos para ayudarla a sentirse segura, valorada y darle la oportunidad de participar activamente en la toma de decisiones que le afectan. El asistente personal asiste, no cuida.

5) Trátala con respeto: actúa con calma, en ningún caso muestres impaciencia. Dale tiempo para expresarse y realizar tareas. No infantilices a la persona con discapacidad cuando te comuniques con ella.

6) Adáptate a sus rutinas y costumbres: respeta sus preferencias y haz los ajustes necesarios para que pueda desarrollarlas en su día a día. Ten en cuenta sus circunstancias individuales y proporciónale el tiempo y apoyos necesarios para llevar a cabo las actividades que le interesan.

7) Asegúrate de que sus derechos se respeten: lo que incluye respetar sus derechos de privacidad, libertad de elección, independencia y garantizar que tenga acceso a todos los recursos y apoyos necesarios para su autonomía.

8) Facilita su participación activa: fomenta y apoya su participación en la vida social y comunitaria. Respeta y acepta que tome decisiones significativas sobre su vida. Ofrécele oportunidades de participación en actividades sociales, laborales, culturales, deportivas, de ocio, etc.

9) Promueve las relaciones interpersonales: proporciónale el apoyo y los recursos necesarios para mantener y fortalecer sus relaciones sociales y familiares. Fomenta su participación y toma de contacto con sus redes y amistades personales.

10) Asegúrale entornos accesibles: promueve con la persona con discapacidad la creación de entornos seguros donde se sienta protegida y cómoda. Asegúrate de que los lugares a los que quiere ir cuentan con las medidas de accesibilidad necesarias para su acceso y participación.

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