"Gestionar, pero también comunicar": Sánchez tratará de no repetir errores con un Gobierno que explique sus políticas

La nueva portavoz del gobierno, Pilar Alegría, charla con periodistas tras la rueda de prensa del pasado martes.
La nueva portavoz del gobierno, Pilar Alegría, charla con periodistas tras la rueda de prensa del pasado martes.
Eduardo Parra / Europa Press
La nueva portavoz del gobierno, Pilar Alegría, charla con periodistas tras la rueda de prensa del pasado martes.

Del nuevo Gobierno formado por Pedro Sánchez tras ser investido la pasada semana se ha dicho que es "muy político". Para ser más exactos, lo reconoció incluso el propio presidente en la comparecencia en la que anunció la composición de su gabinete, que continúa teniendo la misma envergadura -22 ministerios- y es continuista en ciertos aspectos como el económico, pero no en todos. Porque el jefe del Ejecutivo también ha apostado por perfiles con dotes comunicativos que no repitan los errores de la legislatura pasada -con medidas que no llegaban a explicarse o no conseguían tener el impacto mediático que el presidente quería-. Más aún, teniendo en cuenta que la aritmética parlamentaria es ahora aún más difícil y algunas medidas ya en marcha -véase, la amnistía-, enormemente polémicas.

"Un equipo de alto perfil político para una legislatura de alto perfil político", dijo Sánchez desde la escalinata del Palacio de la Moncloa. Una frase que completó con la clave comunicativa: "Personas capaces de gestionar, pero también de llegar a acuerdos y de explicarlos públicamente". No en vano, pese al "continuismo" ha habido un cambio que no es insignificante: Isabel Rodríguez ha dejado de ser la portavoz del Ejecutivo en favor de Pilar Alegría

Ambas llegaron al Gobierno a la vez como muestra de una apuesta del presidente por la política local -Rodríguez era alcaldesa de Puertollano y Alegría, jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza-. La primera continuará en el Ejecutivo -aunque ya no en Política Territorial, sino en Vivienda- y la segunda dejará la portavocía del PSOE para ser la voz del Gobierno, una tarea en la que se estrenó el pasado martes en la rueda de prensa posterior al primer Consejo de Ministros.

Alegría se convierte así en la cuarta portavoz de Sánchez desde que el socialista fue aupado a la Moncloa en 2018 a través de una moción de censura. A la actual ministra de Educación y Deportes la precedieron la propia Rodríguez, María Jesús Montero -hoy vicepresidenta cuarta, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE- e Isabel Celáa, otrora titular de Educación y hoy embajadora en El Vaticano. De la actual portavoz destacan sus colaboradores más cercanos que "habla de una manera sencilla, pero respetuosa", y que "conecta con la gente". Además, dicen, está "pegada a la realidad"

El ejemplo más palmario fue el discurso que hizo en el intercambio de carteras el pasado martes. En la sede de su Ministerio, contó las naturales reacciones de su madre y de su hermana cuando les contó que Sánchez la había llamado para ser ministra. Un discurso que terminó emocionada y con esta frase: "Cuando vienes de un pueblo de 400 habitantes, crees que es imposible". “Conjuga la virtud de contar las cosas en el mismo idioma en el que habla de gente sin dejar de lado el peso político que requieren”, opina Ion Antolín. El director de comunicación del partido, muy cercano a la ministra, apunta también que Alegría sabe, “en medio del ruido, qué decir a los ciudadanos en cada momento”. “Y tiene la capacidad de que la gente se pare a escucharle, eso es casi un don”, declara.

Como con Alegría y Rodríguez, Sánchez ha repetido la 'operación municipal' al sumar a su gabinete a Óscar Puente, alcalde de Valladolid entre 2015 y 2023. De perfil combativo -como demostró en la réplica que le dio a Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida-, él rechaza que vaya a ser "el ariete de nadie". Sí defiende, en cambio, el nivel político del Gobierno. Y explica a la perfección el avance comunicativo que pretende hacer Sánchez. 

"Ser político implica tener algunas vertientes indispensables. Por un lado, gestionar una administración o conflictos, pero también exige una labor de comunicación", apuntó en una entrevista en TVE el pasado miércoles. En este punto, declaró que el PSOE ha llegado a la "conclusión" de que la "necesidad de comunicar" se hará "mejor" con "un Gobierno formado por políticos expertos". "Para que la acción de Gobierno no sea solo gestionar, sino comunicar", añadió el exregidor vallisoletano, que aseguró que ese es "el leitmotiv" que ha llevado al presidente a decantarse por el actual Ejecutivo.

El presidente quiere acallar también así algunas críticas internas, molestas en alguna ocasión con Sánchez por su gestión comunicativa. "Teníamos a los medios preguntándonos por la amnistía y no habíamos recibido nada de información por parte de la dirección", se quejaba hace semanas en conversación con este diario uno de los barones del PSOE que ponía como ejemplo a José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente del Gobierno ha sido el gran ariete del presidente. Lo fue en campaña y lo está siendo ahora para explicar la ley más polémica del Ejecutivo. "Y en cuanto tengamos la misma información, lo haremos igual nosotros", decía otro cargo intermedio. 

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