Israel detiene a decenas de araboisraelíes por apoyar a Palestina en redes sociales: "Se está coartando la libertad de expresión"

Un soldado israelí comprueba los teléfonos de los palestinos que pasan por un puesto de control militar israelí.
Un soldado israelí comprueba los teléfonos de los palestinos que pasan por un puesto de control militar israelí.
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Un soldado israelí comprueba los teléfonos de los palestinos que pasan por un puesto de control militar israelí.

Desde que el pasado siete de septiembre Hamás atentara en Israel dejando más de 1.400 muertos y 240 secuestrados, la situación en la región se ha convertido en un polvorín difícil de contener. A los cerca de 11.000 gazatíes muertos a causa de los bombardeos israelíes y los cientos de fallecidos y detenido en las redadas de Israel en la Cisjordania ocupada se suma ahora la tensión interna entre las comunidades judías y árabes. Decenas de ciudadanos árabes de Israel (una comunidad que suponen más del 20% de la población) han sido detenidos desde el comienzo de la guerra, sospechosos de incitar y apoyar al terrorismo en sus publicaciones de redes sociales. 

Desde el ataque de Hamás la policía israelí ha detenido a más de 100 personas por su actividad en redes, según las cifras de las autoridades israelíes. En ciudades como Jerusalén, donde el choque entre comunidades es constante, hasta 63 persona han sido detenidas e interrogadas. A las acciones de las fuerzas de seguridad se suma también las medidas adoptadas por los propios ciudadanos. Según recoge la BBC, muchos han sido suspendidos o despedidos de sus trabajos o se enfrentan a medidas disciplinarias por parte de sus universidades.

Cualquier expresión de solidaridad con los palestinos o con la situación en Gaza es suficiente. Este ha sido el caso de la cantante y neurocientífica Dalal Abu Amneh, que tras varios días recibiendo amenazas de muerte a través de redes sociales decidió denunciarlas y acabo siendo ella detenida. Según su abogado, fue acusada de "comportamiento perturbador", ya que aseguraban que sus publicaciones podían incitar a la violencia. El post al que se refería la policía era una imagen de la bandera palestina y un mensaje que decía: "No hay más vencedor que Dios". Poco después fue puesta en arresto domiciliario y se le ha prohibido publicar sobre la guerra durante 45 días.

También han sido detenidos esta semana cuatro reconocidos dirigentes árabes de Israel (que en el pasado fueron diputados de la Knéset, el parlamento israelí) por planear una protesta que las autoridades consideran que puede incitar a la violencia. Sami Abou Shahadeh, Mohammad Barakeh, Hanin Zoabi y Mtanes Shihadeh, fueron detenidos en Nazaret cuando estaban de camino a la protesta que, según estos líderes, únicamente pedía el fin de la guerra. "He sido liberado después de 7 horas de detención por el 'crimen' de ser un ciudadano palestino que pide el fin de la guerra. Por el contrario, si yo fuera un ciudadano judío que pidiera un genocidio de los palestinos, podría convertirme en ministro", ha dicho Shahadeh en sus redes sociales.

Aumento del discurso de odio

El odio entre comunidades ya de por si enfrentadas ha aumentado tras el comienzo del conflicto en Gaza. Las redes sociales y medios de la región, incluidos israelíes, recogen decenas de testimonios de profesores universitarios, estudiantes, doctores, políticos y trabajadores de otros ámbitos que han sido detenidos y obligados a enseñar sus teléfonos para comprobar sus publicaciones

Carlos de las Heras, responsable de Oriente Medio de Amnistía Internacional reconoce a 20minutos que a todo esto se le suman ataques por parte de grupos de extrema derecha y de colonos. En Haifa, considerada una de las ciudades donde más convivencia hay entre la comunidad árabe (mayoritaria) y la judía, se han vivido también ataques. "Es preocupante cómo está creciendo el discurso de odio. Se está equiparando a los árabes con terroristas y esto es peligroso porque están siendo víctima de acoso", dice De las Heras, que apuna el caso de un joven que no pudo ir a su universidad por culpa de estas intimidaciones.

Desde Amnistía Internacional aseguran que Israel está realizando estas detenciones apoyándose en una legislación que recoge lo que puede ser constitutivo de delito por intentar desestabilizas la seguridad del país. Agregan que si existen mensajes de odio hacia la ciudadanía israelí hay que perseguirlos, pero que no siempre es el caso. "Se está coartando el derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos araboisraelíes en la calle y a través de sus redes sociales".

"Son ciudadanos discriminados por el Gobierno"

En un conflicto que se remonta a la primera mitad del siglo XX y que ha pasado por multitud de etapas, el encaje de la comunidad árabe dentro de Israel siempre ha sido polémico. En el año 2018 se aprobó la Ley del Estado-Nación, que define a Israel como el "Estado Nación del pueblo judío". Este proyecto de Benjamin Netanyahu, actual primer ministro, fue criticado por ser discriminatorio con el resto de población. De hecho, los diputados de la Lista Conjunta Árabe abandonaron el hemiciclo y calificaron la ley de intento de "apartheid".

Hablar de comunidad árabe en Israel es complejo, puesto que no es un ente monolítico. De hecho, existe una parte de ella que prefiere ser considerada palestina antes que araboisraelí. "Hay grupos y asociaciones que defienden esa integración dentro de Israel y otros que prefieren permanecer al margen", explica De las Heras. El responsable de Amnistía Internacional insiste en que, aunque la legislación sí recoge la igualdad de derechos, en la práctica no es así. "Los ciudadanos árabes están discriminados por parte del Gobierno y sufren racismo por parte de la sociedad israelí. No son ciudadanos de pleno derecho", apunta.

De las Heras pone el ejemplo de árabes que viven en Jerusalén a los que únicamente se les da un permiso de residencia pero no la ciudadanía. Además, también existe una diferenciación en cuanto a la libertad de movimiento: "En Haifa si un ciudadano árabe vive en una zona fuera de la ciudad vieja puede tener problemas para entrar cuando las autoridades israelíes limitan el acceso".

Las autoridades israelíes defienden estas actuaciones como una forma de evitar que la situación empeore dentro de sus fronteras. Sin embargo, los organismos internacionales ya alertan de que se están violando derechos básicos en el camino; y que el deterioro de la convivencia dentro de Israel solo agravará el conflicto. 

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