El delegado municipal de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, se ha reunido con la Secretaría de Estado de Inmigración para aclarar todas las dudas y actualizar los datos relativos a la futura de llegada de migrantes a Madrid. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, asegura que la sensación con la que acabó dicho encuentro es de "profunda decepción" y acusa al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, de "lavarse las manos" con el traslado de todas estas personas desde Canarias al cuartel de Arteaga, situado en el distrito de Carabanchel.
El regidor madrileño defiende que en Cibeles están "preocupados" ante la llegada de todas estas personas, debido a que no saben "exactamente cuántos van a venir, no conocemos cuál es el criterio de distribución o cuánto tiempo van a quedarse". En contraste, desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones critican la actitud mantenida por el primer edil en la capital. "Ya le hemos dado toda la información a Almeida en la extensa reunión que celebramos el miércoles", apuntan.
Otra de las críticas que ha hecho el alcalde es que durante el encuentro telemático les "alertaron de que a los 30 días contactaban con sus redes familiares o de amistad y que, a partir de ahí, puede pasar cualquier cosa". Esta afirmación la desmienten también desde el Ministerio de Escrivá. Un mes es el plazo que establecen desde que los migrantes llegan al espacio de acogida hasta que llevan a cabo "una evaluación de situación".
Esto significa que aquellos migrantes que sí cuenten con una red de apoyo, "ya sea en Madrid, en otra provincia o país europeo", dejarán el cuartel de Carabanchel. Sin embargo, "a los que no puedan seguir su viaje hacia ningún lado, por la falta de una red, se les prorrogará su estancia", exponen. "Todo esto ya lo sabe el alcalde", critican.
No obstante, todavía no han desvelado el día en el que las personas que se han visto desplazadas de sus países, por diferentes motivos, empezarán a vivir en los espacios que se han habilitado para este fin. Al ser personas "muy vulnerables", desde el Ministerio están tratando de guardar al máximo "su privacidad". Será cuando la fecha ya esté muy próxima, el momento en el que avisarán a las autoridades competentes.
Desde el ramo de Escrivá, alertan de que el centro no va a acoger "de golpe" a los 1.220 migrantes (la capacidad máxima con la que cuenta el cuartel de Carabanchel) que podrían llegar a la capital. "Se va a hacer por fases y de manera progresiva", explican. De lo contrario, advierten, "lo más probable es que los servicios de ayuda- gestionados por Cruz Roja- colapsasen".
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