• Ofrecido por:

Baños accesibles en el hogar para personas con movilidad reducida: qué adaptaciones hay que hacer y qué ayudas existen

Imagen de un baño adaptado.
Imagen de un baño adaptado.
Getty Images
Imagen de un baño adaptado.

La discapacidad de una persona no solo la marcan las características particulares de cada una de ellas, sino también el entorno. Así, cuanto más adaptado y accesible sea el entorno en el que se mueven, mayor será su autonomía.

Por eso, en caso de tener personas con movilidad reducida en casa, ya sea por una discapacidad o porque tiene problemas para desplazarse debido a la edad, lo ideal es que hacer las adaptaciones posibles para que esta persona se desenvuelva sola lo mejor posible.

Una de las zonas que más adaptaciones requieren son los baños, ya sea para favorecer que la persona se asee por sí misma o para facilitar el trabajo a las personas que se ocupan de esta tarea.

Para hacer un baño doméstico accesible para personas con movilidad reducida, se deben llevar a cabo algunas adaptaciones en elementos clave, desde el ancho de la puerta hasta la altura de lavabos o espejos.

Cómo deben ser las puertas de un baño adaptado

Para que un baño sea accesible, debe serlo ya desde la entrada. Lo ideal, es que la puerta sea corredera, pues además de ahorrar espacio, es más fácil de abrir para una persona con discapacidad. En caso de que, por ubicación, no sea posible instalar una puerta corredera, es preferible que se abra hacia fuera para que, en caso de caída, se pueda acceder desde fuera.

El agarre para abrirla tiene que ser bajo para que se alcance fácilmente desde una silla de ruedas y el ancho de una puerta tiene que ser suficiente para que se pueda acceder con holgura con una silla de ruedas. Debe ser de, al menos 80 centímetros de ancho. En caso de necesidad, también puede instalarse un automatismo.

Suelo antideslizante y espacio para mover la silla

Un suelo antideslizante es importante en cualquier baño, pero más todavía si el usuario tiene problemas movilidad y/o un mayor riesgo de caída. Además de ser antideslizante, el suelo no debe tener ningún tipo de desnivel y, en cuanto al espacio, debe existir un espacio libre de al menos unos 120-150 centímetros de diámetro. Esta distancia es la que permite que, en el interior del baño, pueda girar 360 grados una silla de ruedas. En el Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad del Código Técnico de Edificación, se recomienda que esta distancia sea preferiblemente superior, de 1,80 x 1,90m. libres de obstáculos para garantizar el giro y facilitar la maniobra.

Un lavabo sin pedestal ni mobiliario inferior

Para que un lavabo sea accesible tiene que contar con dos características básicas: no tener ningún mueble debajo -si puede ser también sin pie ni pedestal- y estar a una altura más baja, a unos 80-85 centímetros del suelo. Además, debe disponer de un espacio libre inferior mínimo de 70 centímetros de altura y 50 de profundidad. La grifería es mejor que sea de palanca. El espejo estará justo encima del lavabo, a unos 90 centímetros de altura máximo.

En la actualidad, existen lavados ajustables en altura que se adapten a personas con y sin movilidad reducida.

EL WC, con barras de apoyo

El elemento clave para que un inodoro sea accesible es la presencia de barras de apoyo -a una altura de 70-75 centímetros- para facilitar el traspaso de la silla al WC. El WC, a su vez, deberá elevarse del suelo unos 50 centímetros -unos centímetros más de lo habitual- preferiblemente de tipo suspendido. Además, tiene que haber hueco entre la pared y la taza para facilitar las transferencias.

Para los WC que son más bajos, de tamaño estándar, existen elevadores con tapa y reposabrazos incorporado.

La ducha, el elemento clave

Una ducha accesible es fundamental para todo baño adaptado, pues es la que presenta mayores desafíos. Las opciones son varias, en función si la persona puede ducharse sola o necesita de alguien, pero lo que nunca puede faltar es un asiento. En caso de que el baño, antes de la adaptación, tenga una bañera, la mejor opción es convertirla en una ducha que, además, esté a ras de suelo, sin ninguna elevación ni escalón. En caso de no ser posible, existen tablas, asientos giratorios, silla o taburetes que se adaptan al espacio de manera segura.

En cualquier caso, la ducha deberá ser espaciosa y no tener obstáculos. En cuanto a los elementos de la ducha, se recomienda que los asientos se eleven entre 43 y 47 centímetros del suelo -pueden ser taburetes, sillas con o sin brazos, con ruedas…-, que tengan al menos 40 centímetros y que los asideros, indispensables en la ducha, se coloquen, como mínimo, a 75 centímetros del suelo.

El tamaño ideal de la ducha deberá ser de, al menos, 90 centímetros de ancho por 120 de fondo; y frente a la zona de ducha debe existir una zona sin obstáculos de 80x120.

En cuanto a la mampara, lo recomendable es que tengan libre un lateral para facilitar el acceso.

Barras de seguridad y apoyo

Otro elemento a tener en cuenta para favorecer la movilidad y la seguridad de la persona con movilidad reducida dentro del baño son las barras de seguridad y los apoyos. En cuanto a las barras de seguridad deben tener fácil accesibilidad personas en sillas de ruedas, una sección circular con un diámetro de entre 30 y 40 milímetros y estar separadas de la pared entre 45 y 55 centímetros.

En relación a las barras de apoyo horizontales deben tener una longitud máxima de 70 centímetros, estar una altura de entre 70 y 75. Las que estén situadas en la zona del WC, han de ser abatibles.

Las de la ducha deben colocarse de forma perimetral en dos paredes o más que formen esquina y con una distancia de 60 centímetros desde la esquina de la ducha o el asiento.

Además de todo lo anterior, hay casos, cuando la persona es muy dependiente o que no tenga la suficiente fuerza en los brazos como para elevarse hasta el WC o el asiento de la ducha, en los que puede ser necesaria la instalación de grúas para mover a la persona con discapacidad a la ducha o al WC.

Otros elementos a tener en cuenta, y que deberán estar situados a la altura adecuada son los toalleros, los portarrollos, los jabones, la cisterna…

¿Qué ayudas existen para adaptar los baños?

Dependiendo de las adaptaciones que precise el baño, el precio puede variar considerablemente, pero adaptar un baño completo puede supone un desembolso importante de dinero. Para facilitar el acceso a estas adaptaciones en viviendas, existen subvenciones y ayudas establecidas dentro del Plan Estatal de Acceso a la Vivienda 2022-2025. Estas ayudan pueden cubrir varios tipos de adaptaciones, todas las que cumplan los parámetros establecidos en el Documento Básico del Código Técnico de la Edificación DB-SUA, Seguridad de utilización y accesibilidad.

Las subvenciones estas gestionadas por comunidades autónomas y algunas ayuntamientos y, generalmente se conceden -tras cumplir unos requisitos- después de haber realizado las adaptaciones, por lo que es el usuario el que tiene que adelantar el coste de la obra. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento