Air Force One, el avión del presidente: cómo serán los nuevos modelos y por qué causa tantas pérdidas a Boeing

Biden ha llegado a España en su avión Air Force One, blindado incluso ante una explosión nuclear y capaz de repostar desde el aire. Cuando aterrice, subirá en 'La Bestia', su limusina presidencial.
El Air Force One de Biden cuando aterrizó en España, en Torrejón de Ardoz.
EP
Biden ha llegado a España en su avión Air Force One, blindado incluso ante una explosión nuclear y capaz de repostar desde el aire. Cuando aterrice, subirá en 'La Bestia', su limusina presidencial.

Hace sólo unos días lo vimos aterrizar en Tel-Aviv. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a Israel el pasado 18 de octubre en el Air Force One. Ese es el indicativo oficial designado por el control de tráfico aéreo para el avión de las Fuerzas Aéreas de los EE UU que transporta al presidente estadounidense, un Boeing 747 modificado.

Desde 1990, la flota presidencial ha consistido en dos aviones Boeing 747-200B (VC-25A) altamente personalizados. Es un avión imponente, demasiado piensan ya en Boeing. El Air Force One es un lujo y como tal le está saliendo demasiado caro al fabricante norteamericano. No es tanto el presente aeroplano como los dos que van a llegar, los VC-25B. Su coste es tan alto que está lastrando los resultados de la división de defensa de Boeing.

Un transporte seguro para el presidente

La idea de utilizar aviones militares específicos para transportar al presidente de EE UU surgió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los asesores militares del Departamento de Guerra estaban preocupados por el riesgo de utilizar líneas aéreas comerciales para los viajes presidenciales. Entonces se transformó un C-54 Skymaster para uso presidencial. Se le apodó la "Vaca Sagrada" y en febrero de 1945 transportó al presidente Roosevelt a la Conferencia de Yalta.

El presidente Joe Biden saluda mientras sube al Air Force One en la Base Andrews de la Fuerza Aérea, Maryland, el martes 17 de octubre de 2023, de camino a Israel.
Biden saluda desde el Air Force One antes de partir a Israel.
Jess Rapfogel / LA PRESSE

No fue hasta 1953 que se creó el indicativo "Air Force One". Fue después de que un Lockheed Constellation que transportaba a Eisenhower entrara en el mismo espacio aéreo que un vuelo de una aerolínea comercial que utilizaba el mismo número de vuelo. Otros aviones designados como Air Force One han sido otro Lockheed Constellation, Columbine III, tres Boeing 707, utilizados en las décadas de 1960 y 1970, y los actuales Boeing 747.

Más despegues que aterrizajes

  • Curiosamente, el Air Force One ha despegado más veces de las que ha aterrizado. La explicación está en Richard Nixon, el único presidente de EE UU que ha dimitido de su cargo. Lo hizo el 9 de agosto de 1974. Nixon dimitió cuando iba a bordo del avión del presidente y por lo tanto en ese momento el avión dejó de ser un "Air Force One". En el tráfico aéreo pasó a llamarse SAM 27000, su código habitual como avión civil, y con ese nombre aterrizó. Luego, Nixon pasó por la Casa Blanca a recoger sus cosas y marchar.

Los actuales Air Force One, de 1990, permiten al presidente ejercer sus funciones desde el aire. En su interior hay una suite presidencial, habitaciones para sus acompañantes, sala de conferencias y avanzados equipos sanitarios, de seguridad y comunicaciones. Por todo ello a la aeronave le dicen 'La Bestia'. 

El VC-25A vólo por primera vez el 16 de mayo de 1987, pero no lo hizo como avión presidencial hasta el 23 de agosto de 1990. Estas son sus características generales:

  • Eslora: 70,66 metros
  • Envergadura: 59,94 metros
  • Altura: 19,33 metros
  • Motor: 4 motores turbofan General Electric CF6-80C2B1
  • Velocidad máxima: 1.014,0 km/h a 10.668 m de altura
  • Velocidad máxima: Mach 0,92
  • Velocidad de crucero: 930 km/h
  • Alcance: 12.600 km
  • Techo: 13.700 metros
  • Tripulación: 26 personas (2 pilotos, ingeniero de vuelo, navegante, tripulación de cabina y tripulación de misión).
  • Capacidad: 76 pasajeros

Sustituir los VC-25A

Un grupo de cubanos observa el paso del Air Force One, el avión presidencial estadounidense, sobre la localidad de Santiago de las Vegas.
El Air Force One de Obama sobrevolando la localidad cubana de Santiago de las Vegas.
EFE

Los VC-25A se han quedado obsoletos. Ya en 2014, por los vetustos sistemas de sus fuselajes, con 30 años de antigüedad, y sus motores GE-CF6, menos eficientes, el coste de mantenimiento empezó a superar el coste de adquisición de un nuevo avión.

Así, el 28 de enero de 2015, la Fuerza Aérea de EE UU anunció que el Boeing 747-8 sería el próximo avión presidencial. Se encargó entonces a la compañía la construcción de dos de estos aparatos. En diciembre de 2016, Boeing tenía un contrato de desarrollo preliminar del VC-25B.

Un avión supersónico

  • Hubo otros proyectos para abrir otros caminos. En septiembre de 2020, la Fuerza Aérea de EE UU anunció la firma de varios contratos con fabricantes de aviones para iniciar el desarrollo de un avión supersónico que pudiera funcionar como Air Force One. Se firmaron contratos con Exosonic, Hermeus y Boom.

El VC-25B, un mal negocio para Boeing

En aquel entonces, el presidente Donald Trump mostró su oposición a la sustitución del Air Force One por su elevado coste, "más de 4.000 millones de dólares". La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno estimó el coste total en 3.200 millones de dólares y el presupuesto de las Fuerzas Aéreas estadounidenses para el programa se preveía que ascendiera a casi 4.000 millones de dólares.

El presidente estadounidense, Donald Trump, posa en su escritorio en el Air Force One durante su primer viaje oficial como mandatario en ruta hacia Filadelfia
Trump, en el Air Force One durante su primer viaje oficial como mandatario.
David Nakamura / EFE

Finalmente, la Casa Blanca, de la mano de Trump, y Boeing firmaron un contrato en febrero de 2018 para dos nuevos 747-8. Se acordó que el primero debería ser entregado en 2024 y el segundo, en 2025. Pero no será así. Todo se retrasa: el primer VC-25B llegará en 2027 y el segundo en 2028.

El Air Force One es un momento único, una negociación única, una serie de riesgos únicos que Boeing probablemente no debería haber tomado"

El fabricante está cumpliendo el acuerdo y está desarrollando los dos nuevos Air Force One, pero el coste es alto, demasiado. Y es que al tratarse de un presupuesto cerrado, es Boeing quien debe asumir los sobrecostes. Ya en 2022, la empresa reconoció que se arrepentía de haberse metido en el proyecto.

Así quedará el Air Force One.
Ilustración de cómo será el Air Force One VC-25B.
US AIR FORCE

"El Air Force One es un momento único, una negociación única, una serie de riesgos únicos que Boeing probablemente no debería haber tomado", comentó entonces el consejero delegado de la compañía, Dave Calhoum, en una conferencia con analistas, según cuenta Bloomberg. "Pero estamos donde estamos y vamos a entregar grandes aviones", añadió.

De un azul más moderno

  • El VC-25B tiene tres grandes diferencias respecto al VC-25A. De entrada, no hay sección de metal pulido porque las aleaciones modernas utilizadas en los fuselajes de los aviones comerciales no lo permiten. Por otra parte, el azul claro del VC-25B es un tono ligeramente más profundo y moderno (como se ve en la ilustración aquí arriba). Además, los motores utilizarán el azul más oscuro de la zona de la cabina en lugar del azul del VC-25A.

    Las modificaciones del avión incluirán mejoras en la energía eléctrica, un sistema de comunicación de misión, una instalación médica, un interior ejecutivo, un sistema de autodefensa y capacidades de operaciones autónomas en tierra, según detalla Avion Revue.

Grandes pérdidas para Boeing

En 2022, las pérdidas acumuladas en un contrato de 4.300 millones de dólares (unos 4.100 millones de euros) aumentaron en 660 millones de dólares en el primer trimestre de ese año, hasta los 1.146 millones, según comunicó Boeing a la Comisión de Valores y Bolsa de EE UU en abril de 2022.

El margen operativo del tercer trimestre fue del 16,9%, debido a 482 millones de dólares en pérdidas del programa VC-25B"

Ahora en 2023, solo durante el tercer trimestre del año (de julio a septiembre), el programa del VC-25B le ha supuesto a la compañía unas pérdidas de 482 millones de dólares, cuenta Infodefensa. Es más de la mitad de los 924 millones de dólares que ha perdido la actividad de defensa, espacio y seguridad de Boeing durante el mismo periodo.

"El margen operativo del tercer trimestre fue del 16,9%, debido a 482 millones de dólares en pérdidas del programa VC-25B", explica Boeing en el balance de resultados del tercer trimestre de 2023. La empresa lo atribuye al "aumento de los costes de fabricación estimados relacionados con cambios a nivel de ingeniería y por la inestabilidad del mercado laboral, así como por la resolución de las negociaciones con los proveedores".

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