Identifican un tatuaje de Jesucristo en el pie de un africano que vivió hace 1.300 años

Un grupo de investigadores bioarqueológicos ha descubierto un raro tatuaje religioso medieval en un entierro cerca de un monasterio medieval en Sudán, en el este de África.

La investigación se ha llevado a cabo por el Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia (PCMA UW) y según esta institución, es sólo la segunda vez que se evidencia la práctica del tatuaje en la Nubia medieval.

Situado en la región de Wadi Abu Dom del desierto de Bayuda, en la provincia norteña de Sudán, a unos 20 km de la moderna ciudad de Karima, el monasterio medieval de Ghazali es uno de los sitios arqueológicos mejor conservados de Sudán.

Entre 2012 y 2018, un equipo polaco-sudanés del PCMA UW, dirigido por el profesor Artur Obłuski, investigó el lugar, así como cuatro cementerios en los que se encuentran cientos de tumbas. 

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Los restos humanos están siendo estudiados actualmente por el bioarqueólogo Robert J. Stark, de la PCMA UW y sus colegas, quienes están investigando la procedencia de la población local y tratando de aprender cómo era la vida de las personas que fueron enterradas allí.

Durante la documentación fotográfica relacionada con la investigación doctoral que se lleva a cabo en el laboratorio de bioarqueología de la PCMA UW, Kari A. Guilbault, de la Universidad Purdue (EE UU), identificó por casualidad lo que se ha confirmado como un tatuaje en el pie derecho de uno de los individuos enterrados en el Cementerio 1 en Ghazali.

El tatuaje representa un cristograma y las letras griegas alfa y omega. Un cristograma es un símbolo religioso que combina las letras griegas chi y rho para formar una abreviatura de monograma del nombre de Cristo. Las letras alfa y omega, la primera y la última letra del alfabeto griego, representan la creencia cristiana de que Dios es el principio y el fin de todo.

"Fue toda una sorpresa ver de repente lo que parecía ser un tatuaje cuando estaba trabajando con la colección Ghazali. Al principio no estaba segura, pero cuando se procesaron las imágenes y el tatuaje fue claramente visible, se disiparon todas las dudas iniciales", dijo Kari A. Guilbault.