Más allá de su carrera deportiva, el exfutbolista Gerard Piqué es conocido también por otros negocios empresariales que ha puesto en marcha en paralelo, como el fondo Kosmos Holding, a través del cual gestiona la Copa Davis de tenis o el Fútbol Club Andorra, del que es propietario. A ello hay que sumar también la Kings League o sus incursiones en el negocio inmobiliario. Sin embargo, no todas sus apuestas empresariales funcionan, ya que su marca de gafas, Kypers, no ha dejado de acumular pérdidas desde que se creó en 2014 e incluso la filial de EE UU se ha declarado insolvente.

La marca opera bajo el paraguas de la sociedad Kissmeeyewear, que cerró el ejercicio 2022 con pérdidas de 275.256 euros, además de haber experimentado una caída del 30% en su facturación, hasta los 463.010 euros, según publica el medio Cinco Días.

La sangría en 2021 fue mayor, ya que en ese ejercicio la compañía perdió 838.000 euros.

La polémica frase de Gerard Piqué: "La gente invierte para ganarse la vida, yo lo hago para pasármelo bien"

Esta mala situación económica se ha trasladado de manera similar a la filial de EE UU, Kypers USA, que desde 2014 acumula pérdidas que ascienden ya a 1,7 millones de euros y han provocado que se declare insolvente.

El desastroso negocio de las gafas de sol ha llevado a Kerad Holding, la empresa matriz propiedad de Piqué y su familia y que cuenta con el 94,69% del capital de la compañía, a formalizar en diciembre del año pasado una ampliación de capital de 313.987 euros.

Por su parte, la suerte tampoco sonríe a Kerad Holding. Según Cinco Días, esta sociedad del exfutbolista ha cerrado el ejercicio de 2022 con pérdidas que ascienden a 23,9 millones de euros, la mayor pérdida neta desde su constitución, en 2009. El concepto por el que se han registrado ha sido el "deterioro y resultado por enajenaciones de instrumentos financieros".