La hija de Kurt Cobain y Courtney Love se ha casado con el hijo de Tony Hawk

Frances Bean Cobain, en octubre de 2018.
Frances Bean Cobain, en octubre de 2018.
Jamie McCarthy / Getty
Frances Bean Cobain, en octubre de 2018.

Parece como uno de esos casos de vidas paralelas que un día deciden cruzarse y, de repente, para multitud de personas es un regreso a su infancia y adolescencia. Hablamos de una reciente boda, la que han protagonizado Frances Bean Cobain y Riley Hawk, la hija de Kurt Cobain y Courtney Love y el hijo de Tony Hawk, que ya son marido y mujer.

Se trata, además, de un "sí, quiero" que ha llegado pronto, habida cuenta de que su romance comenzó hará algo más de dos años y medio, en enero de 2021, y llevan viviendo juntos en Los Ángeles desde que la hija del mítico cantante de Nirvana consiguiese vender, por dos millones de dólares, su mansión en Hollywood Hills, a primeros de 2022.

La unión matrimonial ha tenido lugar, según explican desde el portal de noticias TMZ, en una ceremonia privada e íntima que se celebró el pasado 7 de octubre en California, si bien no ha sido hasta ahora que había salido a la luz, entre otras cosas por la discreción con la que han llevado todo lo referente a su amor.

La pareja había obtenido su licencia de matrimonio en el mes de septiembre en el condado de San Diego, también en el famoso estado de la Costa Oeste de Estados Unidos, si bien la curiosidad más importante de la boda es quién la ofició: nada menos que Michael Stipe, el vocalista y líder de la banda R.E.M., quien además esel padrino de Frances Bean —y siendo su madrina la actriz Drew Barrymore—.

Se trata del primer matrimonio para el hijo de Tony Hawk, que ahora tiene 30 años y que también se dedica al skate, pero el segundo para Frances Bean, de 31 y que ha dedicado su vida a las artes visuales. La hija de Kurt y Courtney estuvo casada entre 2014 y 2016 con Isaiah Silva, cantante y guitarrista del grupo The Eeries, ocho años mayor que ella.

Además, la separación y la posterior batalla legal que ambos vivieron por una de las guitarras más famosas del líder de Nirvana —la Martin D-18E de 1959 con la que el músico grabó su conocidísimo concierto MTV Unplugged en 1994— sumió a Frances Bean en una depresión, de la que, según ella misma en uno de sus pocos posts hablando de su vida privada, salió gracias a la "gran felicidad" que le habían proporcionado su ahora marido y su familia.

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