En el mismo año en el que ha tenido que decir adiós a su perro, Paris Hilton dio la bienvenida a su primer hijo, bautizado como Phonexis Barron, quien llegó al mundo el pasado 24 de enero por vientre de alquiler. 

La propia empresaria anunció, a sus 42 años, que se había convertido en madre primeriza con el economista Carter Reum, compartiendo una tierna imagen de las manos del pequeño en su perfil de Instagram. Desde entonces, Paris apenas ha querido mostrar a sus seguidores fotografías del bebé, cuyo segundo nombre es un homenaje al abuelo de la heredera del imperio hotelero. 

Sin embargo, recientemente, la socialité publicó unas tiernas imágenes posando con el pequeño en brazos. "Eres más querido de lo que se puede expresar con palabras", expresaba la neoyorkina. A pesar de la inocente intención del post, numerosos internautas no tardaron en desatar un aluvión de comentarios sobre el aspecto del bebé.

Mientras que algunos de ellos se mostraban preocupados por el estado de salud del pequeño debido al "gran tamaño" de su cabeza, hubo otros comentarios en los que sin ningún tipo de reparo criticaban y, directamente, se mofaban de su apariencia. 

Tras mantenerse en silencio por unos días, la multimillonaria empresario ha salido públicamente en defensa de su hijo. "Viviendo una vida pública, los comentarios son inevitables, pero apuntar a mi hijo, o al de cualquier otra persona, es inaceptable", ha comenzado a decir Paris, a través de sus historias de Instagram. 

"Esto me duele en el corazón y mucho más profundamente de lo que las palabras pueden describir. He trabajado duro para cultivar un ambiente de amor, respeto y aceptación, y espero lo mismo a cambio", ha pedido la socialité, poniendo el foco en lo difícil que es gestionar su faceta como personaje público: "Si no publico a mi bebé, la gente asume que no soy una buena madre, y si lo publico, hay algunas personas que son crueles y odiosas".

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"He soñado con ser madre desde que tengo memoria", ha confesado la amiga de Kim Kardashian, aclarando que su bebé "está perfectamente sano, es adorable y angelical". "Y sí, por supuesto que ha ido al médico, simplemente tiene un cerebro grande", ha señalado, tras los comentarios que aseguraban que el pequeño podría sufrir hidrocefalia o macrocefalia, dos enfermedades de relativa gravedad.

"Phoenix es mi mundo y ha sido la mayor bendición de mi vida. Cada día con él es un recordatorio de lo que realmente importa. Es difícil imaginar que haya gente en el mundo que atente contra tanta inocencia", ha concluido Paris, reclamando que la gente "se trate con más amabilidad y empatía".

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