Helena Resano Periodista
OPINIÓN

Más modestas y más preparadas

La presidenta de Banco Santander, Ana Patricia Botín, participa en un diálogo durante el XXVI Congreso Nacional de Empresa Familiar, a 23 de octubre de 2023, en Bilbao, Vizcaya, País Vasco (España). El Rey ha inaugurado hoy en Bilbao el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar (IEF), que se desarrolla desde hoy hasta mañana, 24 de octubre. Está organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), sin ánimo de lucro y de ámbito estatal, que agrupa a un centenar de empresas familiares líderes en sus sectores de actividad. Está previsto que asistan más de 500 empresarios familiares procedentes de toda España. 23 OCTUBRE 2023;EMPRESA FAMILIAR;BILBAO;REY;FELIPE VI H.Bilbao / Europa Press 23/10/2023
La presidenta de Banco Santander, Ana Patricia Botín, participa en un diálogo durante el XXVI Congreso Nacional de Empresa Familiar en Bilbao
Humberto Bilbao / EP
La presidenta de Banco Santander, Ana Patricia Botín, participa en un diálogo durante el XXVI Congreso Nacional de Empresa Familiar, a 23 de octubre de 2023, en Bilbao, Vizcaya, País Vasco (España). El Rey ha inaugurado hoy en Bilbao el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar (IEF), que se desarrolla desde hoy hasta mañana, 24 de octubre. Está organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), sin ánimo de lucro y de ámbito estatal, que agrupa a un centenar de empresas familiares líderes en sus sectores de actividad. Está previsto que asistan más de 500 empresarios familiares procedentes de toda España. 23 OCTUBRE 2023;EMPRESA FAMILIAR;BILBAO;REY;FELIPE VI H.Bilbao / Europa Press 23/10/2023

No ha gustado mucho que una mujer de la posición, el poder, la preparación, la experiencia y la relevancia pública que tiene Ana Patricia Botín haga la reflexión que hizo el otro día en el Congreso de la Empresa Familiar sobre la actitud de las mujeres cuando optan a un puesto de responsabilidad y la capacidad de ellas respecto a ellos.

Botín aseguró que cuando se trata de postularse a un ascenso, las mujeres son mucho más modestas –mucho más–. No nos acabamos de creer que, de verdad, podemos aspirar a ese puesto, dudamos de nuestras capacidades o, al menos, valoramos qué debilidades podemos tener. A pesar de que en la gran mayoría de trabajos a los que aspiran, decía Botín, ellas no tienen ya el 100% de las capacidades que se exigen para ese puesto, sino que las superan, mientras ellos tienen entre un 50 y un 60% de capacidad.

La frase no gustó. Sobre todo entre ellos. Está claro. Llevamos años viéndolo en nuestros entornos laborales. Años. Compañeros que no tenían ni la experiencia ni la preparación ni la formación adecuada para ese puesto y que, en cambio, tenían mucho más desparpajo, muchos menos complejos, mejores contactos, muchísima autoestima y, desde luego, ningún pudor en asumir puestos para los que ni estaban preparados ni tenían el conocimiento ni la experiencia ni las capacidades para desempeñarlo.

Lo hemos visto miles de veces en nuestro entorno. Y lo peor es que si en algún momento te parabas a pensar cómo lo harías tú, siempre te invadía, y te invade, ese síndrome del impostor, asumiendo que tú no podrías, que tú no valdrías.

Y así llevamos, insisto, años. Y esto no se soluciona únicamente con discriminación positiva ni con cuotas, esto es una cuestión de cultura, de educación. A algunos hombres la frase de Ana Patricia Botín les ha parecido, cuando menos, exagerada. Y más de uno se ha sentido ofendido. "Me parece injusto" o "¿De dónde se ha sacado esos porcentajes, en qué se basa?". Bueno, básicamente en su experiencia a lo largo de muchos años en puestos directivos, sobre todo, en su entidad. Pero sobre todo en informes, ella misma se ofreció a hacerlos públicos a quien se lo pidiera.

Botín aseguró que cuando se trata de postularse a un ascenso, las mujeres son mucho más modestas –mucho más–.

Exceso de humildad. Cuántas veces habré oído esa frase referida a una mujer, a mí misma o a una compañera para no alabar su capacidad o su trabajo sino más bien para lo contrario. Y esto también es un error. No ser una killer cuando estás en tu trabajo, no ir avasallando es, también, otra forma de ejercer el liderazgo. Y esto algunas mujeres no lo han entendido. Demasiadas mujeres con las que he compartido espacios de trabajo siguen replicando esas formas tan poco conciliadoras a la hora de trabajar en equipo.

La frase de Botín me pareció el mejor diagnóstico de lo que nos sigue pasando a muchas mujeres. Un muro que tenemos que aprender a derribar.

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