Gaza malvive acorralada entre bombas, hambre y enfermedades mientras crece el temor a un gran conflicto en Oriente Próximo

Imagen de una calle en la Franja de Gaza tras un ataque aéreo israelí.
Imagen de una calle en la Franja de Gaza tras un ataque aéreo israelí.
EFE
Imagen de una calle en la Franja de Gaza tras un ataque aéreo israelí.

Cumplidas dos semanas del estallido de la guerra entre Israel y Hamás, la situación, lejos de estabilizarse, empieza a tener tintes preocupantes: el conflicto ha saltado del escenario de Gaza e Israel y se extiende al Líbano, Siria y Egipto. La tensión es máxima en Oriente Medio y al mismo tiempo, la crisis humanitaria se agudiza de manera dramática.

El panorama en los 365 kilómetros cuadrados que ocupa la Franja de Gaza es cada vez más angustioso: sin luz, ni agua potable y con combustible para pocos días, sobrevivir en esta zona es cada vez más complicado. Hamás, que controla la Franja, asegura que hay más de 4.600 muertos y 14.000 heridos, mientras los hospitales están desbordados: no hay anestesia, ni medicamentos o pertrechos médicos, y las operaciones quirúrgicas se llevan a cabo con las linternas de los móviles de los sanitarios. Según los médicos de los hospitales gazatíes, solo se interviene a aquellos heridos que tienen buenas posibilidades de sobrevivir. El resto, dicen, son abandonados a su suerte.

En las calles la situación no es mejor. La propia ONU ha advertido de que se están produciendo brotes de varicela, sarna y diarrea debido a la escasez de agua, que obliga a los gazatíes a beber aguas salobres destnadas para la agricultura, con el riesgo para la salud que ello conlleva.

Mientras Israel insiste en pedir a la población civil que desaloje la zona, Hamás asegura que más del 40% de las viviendas de la Franja están total o parcialmente destruidas.

Ayuda humanitaria

El llamamiento a la llegada de ayuda humanitaria es desesperado, pese a que este fin de semana, uno de los puntos informativos clave de este fin de semana en la zona ha sido el paso de Rafah.

Este punto fronterizo abrió sábado y domingo durante unas horas para el paso de ayuda humanitaria con destino a la Franja de Gaza. El sábado fueron 20 y el domingo 17 los camiones con material de primera necesidad (agua, medicamentos y alimentos) para la población civil.

En todo caso, desde Gaza, organismos internacionales, oenegés y el gobierno palestino consideran ampliamente insuficiente esta ayuda, pese a que Estados Unidos está trabajando a nivel diplomático para que el flujo de estos convoyes se incremente en capacidad y frecuencia.

Escalada militar

En cuanto a lo militar, la ofensiva terrestre de Israel en la Franja es inminente, pero mientras llega, la aviación castiga sin descanso sus objetivos militares, que en una zona de la densidad de Gaza, abarcan también viviendas y edificios públicos. El propio ejército israelí confirmó este domingo que había incrementado la presión en Gaza, y anunció la eliminación de dos altos cargos de Hamás, entre otras bajas enemigas.

El grupo terrorista, por su parte, asegura que ya han comenzado de facto las hostilidades en el interior de la Franja, en la que, según Israel, Hamás mantiene a 212 israelíes y extranjeros como rehenes tras su ataque del pasado día 7, aunque Tel Aviv advierte de que la cifra no es definitiva.

Pero Israel no da abasto y los frentes se le abren por doquier: en Cisjordania se han producido también hostilidades. Tel Aviv sostiene que en esta zona se ocultan también terroristas de Hamás y por ello, ha lanzado ataques aéreos que, según la Autoridad Nacional Palestina, han provocado al menos 90 muertos.

Más preocupante es la apertura del frente libanés. La milicia chií de Hizbulá, en perpetuo conflicto con Israel, ha aprovechado la situación en Gaza para no solo amenazar con una ofensiva total si hay intervención terrestre en la Franja, sino que han lanzado ya decenas de ataques con cohetes, misiles y morteros hacia territorio israelí.

Por ello, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha ordenado el desalojo de numerosas ciudades de la frontera con el Líbano. Tanto el dirigente como las propias Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han advertido al Líbano que su entrada en el conflicto puede poner en juego "su soberanía". "No van a ganar nada, pero pueden perder mucho", avisó este domingo un portavoz militar israelí.

Si la situación es complicada al norte, un poco más al este, en Siria, el panorama tampoco pinta bien: Siria denuncia ataques israelíes a los aeropuertos de Damasco y Alepo, con al menos un muerto. Israel considera que Siria es la puerta de entrada de armamento para Hamás procedente de Irán, principal patrocinador del terrorismo en Palestina, y por eso castiga estas infraestructuras.

Por si fuera poco, este domingo por la tarde Israel admitió haber disparado "por error" mediante un carro de combate contra posiciones militares egipcias cerca del paso de Rafah, la única conexión entre Egipto y Gaza. Se desconocen por ahora las consecuencias de este disparo en cuanto a vidas o repercusiones políticas.

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