Juan Avellaneda se sincera sobre su dolorosa experiencia como enfermo de cáncer de testículos: "Es algo que sigue ahí"

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Juan Avellaneda había sufrido un cáncer de testículos con 26 años.
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Hace casi dos décadas, a Juan Avellaneda le diagnosticaron un cáncer de testículos del que, aun a día de hoy, no se ha recuperado del todo. Y es que, aunque el diseñador barcelonés superó la enfermedad, lo cierto es que se realiza revisiones periódicas por miedo a un posible nuevo tumor.

"Hace unos meses empecé a tener otra vez dolores. Ahora hemos hecho las revisiones y parece que todo bien, pero es algo que sigue ahí", ha relatado el amigo de Tamara Falcó a Europa Press durante la inauguración de la exposición 10 emociones, 10 rosas en el Espacio Cultural Serrería Belga, en Madrid.

Asimismo, ha aprovechado su intervención para agradecer a la Asociación Española Contra el Cáncer y a Solán de Cabras su apoyo a la salud mental de los enfermos y de sus familiares. "Es importante que hablemos de esto, y sobre todo los personajes que somos públicos, que digamos: 'Tengo esto y no pasa nada'", ha expresado Avellaneda.

Y es que, en los últimos años, el exconcursante de MasterChef Celebrity ha tratado de normalizar esta dolencia, poniéndole nombre y apellidos, destacando la importancia de luchar contra una enfermedad tan cruda como esta. "Con 26 años me detecté un pequeño bulto en un testículo. Tengo que decir que lo detecté por un dolor, menos mal", ha recordado Avellaneda.

Cuando le hicieron una ecografía, el médico lo vio claro y le pidió que regresara inmediatamente a consulta. "Fue tal shock que lo negué y le dije al médico que no podía, que tenía una reunión y que no podía volver hasta dentro de cuatro horas", ha relato el diseñador, arrepentido profundamente de que, en un inicio, no compartiese esta noticia con su entorno. 

"No les quise decir nada a mis padres porque mi madre acababa de pasar por un cáncer -en este caso, de pecho- y no quería preocuparla. Lo gestioné un poco mal", ha reconocido el estilista, quien a una edad temprana se vio sobrepasado por los acontecimientos:"Acabas la carrera, empiezas a trabajar y que te digan esto..."

A este hecho se sumaba la falta de información en torno al cáncer de testículo. De hecho, tras el diagnóstico, el diseñador pensó que debía congelar su esperma por si, en el futuro, quisiera tener hijos. Con el tiempo, sin embargo, se ha convertido en un ejemplo para otros enfermos y sus familiares. "Me escribían para decirme que sus hijos lo tenían y que no lo querían aceptar, o que les habían puesto un testículo de silicona... hay tantas cosas, que hay que hablarlo y darle visibilidad", ha concluido. 

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