El Ficus de La Encarnación dejará de presidir la céntrica plaza del barrio. El Ayuntamiento va a talar entre los días 16 y 17 de octubre este ejemplar casi centenario debido al "riesgo de vuelco". Los técnicos municipales consideran que existe "una gran incertidumbre" sobre el estado de su anclaje por el estado "pudrición de las raíces y del cuello del tronco", así que "la única salida que han considerado es el apeo".
Una vez que el ejemplar sea apeado, se demolerá el alcorque y se eliminará el recubrimiento de plástico que fue colocado en las obras de La Encarnación en 2009 y que "ha impedido el funcionamiento óptimo" del sistema radicular del ficus. Una vez realizados estos trabajos, "se plantará un árbol de sombra", han informado fuentes municipales.
La delegada de Parques y Jardines, Evelia Rincón, ha dado a conocer esta medida después de haber estudiado en profundidad la situación del ficus. "Lamentamos tener que tomar esta decisión", pero "los informes de los técnicos recomiendan el apeo", ha reiterado. Pese a que inicialmente el Ayuntamiento indicó que esta sería la última alternativa, Rincón ha explicado que "no queremos que se repita otra caída como la que ocurrió en 2022".
Antecedentes
Cabe recordar que el pasado 17 de septiembre se cayó una rama de gran porte del Ficus en cuestión y, a raíz de los hechos, el Ayuntamiento ha llevado a cabo diferentes actuaciones con objeto de conocer en profundidad el estado de este ejemplar histórico de la ciudad, y con ello valorar las posibilidades de su conservación.
Para ello se ha utilizado instrumentos de última tecnología y consultado a diferentes expertos, y tras realizar una poda de reducción de copa para garantizar su estabilidad y desarrollar los trabajos de evaluación de forma segura, "los expectativas de futuro para su conservación se han visto truncadas por el riesgo de vuelco del ejemplar", ha indicado la edil al tiempo que ha achacado la culpa al anterior Gobierno municipal por eludir las recomendaciones de tres informes técnicos realizados.
En 2018, un informe sobre el ficus de La Encarnación recomendó la instalación de sustentación externa para garantizar la estabilidad del ejemplar. En 2021 se realizó otro informe desde área de Parques y Jardines con medidas preventivas necesarias para los ficus situados en la plaza del Cristo de Burgos, Plaza del Museo y La Encarnación.
En el mismo se extrajeron conclusiones de las medidas específicas para garantizar la seguridad como la sustentaciones de los ejemplares y medidas generales como las delimitaciones de las zonas de paso bajo las copas y no se ejecutaron.
Estos hechos se suman a los ocurridos en 2022, fecha en la que se cayó un ejemplar de ficus microcarpa en la misma plaza y como consecuencia, se solicitó un plan de actuación de emergencia de actuaciones correctivas sobre el ficus que "tampoco ejecutaron", ha apostillado la delegada del ramo.
En este sentido, Rincón considera que "el apeo del ficus de La Encarnación es el resultado de una pésima gestión del arbolado por parte del anterior Gobierno en el Ayuntamiento de Sevilla". La administración de Juan Espadas y Antonio Muñoz conocía "el mal estado de los ejemplares y no respondieron a las indicaciones de los técnicos", ha abundado la edil popular.
Medidas para proteger los ficus de Sevilla
La tala del Ficus se produce tras haber presupuestado y planificado la protección del ficus de La Encarnación mediante elementos de sustentación artificial, si bien estos se emplearán en otras plazas históricas del centro donde, "por suerte", no se ha producido la subida de cota del terreno y "sus nefastas consecuencias".
No obstante, Evelia Rincón ha lamentado "tener que apear el singular ficus de La Encarnación" pero esta determinación es la que "recomiendan los técnicos municipales" por el más que probable estado de pudrición del árbol y los riesgos de vuelco que pueda conllevar con un "claro peligro para la seguridad de los ciudadanos", ha señalado Rincón.
Antes del apeo definitivo se convocará a diferentes entidades y plataformas para informar detalladamente sobre todos los pasos que se han seguido hasta llegar a esta "triste pero necesaria situación". Se trata de uno de los árboles singulares de la ciudad, con entre 65 y 70 años de vida y "será tratado con la singularidad y respeto que merece hasta el último momento", ha concluido la edil.
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