A menudo los préstamos vienen con sorpresa. Puede pasar que una persona contrate un préstamo bancario y al pagar la mensualidad de la primera cuota, el banco emita un recibo con lo que ha pagado y lo que queda por devolver, siendo los intereses la mayor parte de lo que se ha pagado ya. No, no es una mala praxis, se debe al sistema francés de amortización por el que se rigen los préstamos. 

¿En qué consiste el sistema de amortización francés?

Al pagar la cuota de un préstamo, una parte del dinero se destina a devolver lo que el banco ha prestado, mientras que la otra va a pagar los intereses que aplica la entidad, es decir, su beneficio. 

Por lo tanto, para calcular el importe de estas cuotas, se usa el sistema de amortización francés, por el cual, "durante los primeros años del plazo, la parte que se paga en intereses es mayor, mientras que en los últimos, esta relación se invierte y el capital a devolver representa una porción mayor del total de las cuotas", explican desde HelpMyCash

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Por lo tanto, es normal pagar más en intereses que en capital en las primeras cuotas de tu préstamo personal, y estos se irán reduciendo a medida que pasen los meses, aumentando la del capital.

¿Y si no quiero pagar intereses?

Desde HepMyCash aconsejan contratar un préstamo personal con un tipo de interés bajo para evitar estas cantidades en tus cuotas. Según el Banco de España, el tipo medio de estos productos es de alrededor del 6%, mientras que la tasa anual equivalente (TAE) media es de, en torno, al 7%. Por tanto, acude a una entidad que te ofrezca un precio por debajo de esos porcentajes.