Hamás contó con el apoyo de Irán para realizar su ataque del sábado contra Israel, según ha confirmado un portavoz del grupo islamista palestino a la cadena pública británica BBC.
Ghazi Hamad, portavoz de Hamás, ha señalado al programa Newshour del Servicio Mundial de la BBC que tenían respaldo directo de Teherán, que se comprometió a "apoyar a los combatientes palestinos hasta la liberación de Palestina y Jerusalén".
Hamad también ha mantenido que habían recibido ayuda de otros países, que no nombró, según explica la BBC.
De acuerdo con las informaciones de la emisora británica, el portavoz ha afirmado asimismo que la violencia se produjo en respuesta a los ataques de los colonos judíos en territorio palestino.
"Todos los días construyen asentamientos, toman nuestras tierras, matan a nuestra gente, entran en nuestras ciudades. A través de los mediadores (los egipcios, los cataríes o la ONU), les decimos que se detengan, pero no escucharon a nadie", ha declarado.
El presidente de Irán conversa con el jefe de Hamás
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha mantenido este domingo una conversación telefónica con el jefe del Buró político del movimiento Hamás, Ismail Haniyeh, en medio del conflicto entre el grupo islamista e Israel.
Raisí y Haniyeh han conversado sobre "los acontecimientos en Palestina", de acuerdo con medios iraníes, que no ofrecieron más información sobre la comunicación entre ambos políticos. El mandatario iraní, además, ha hablado por teléfono con el líder de la Yihad Islámica, Ziyad al Nakhalah, con quien también ha discutido la situación en Palestina.
Teherán es uno de los principales aliados del movimiento islamista Hamás y lidera el llamado Eje de la Resistencia contra el Estado Judío, su némesis.
Irán celebró la operación de la milicia Hamás contra Israel con felicitaciones y fuegos artificiales en las calles de la capital iraní. En el Parlamento iraní se vivieron además escenas de júbilo, con los diputados en pie gritando "Israel será destruida, Palestina vencerá".
La República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos, suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes.
En ese conflicto "en la sombra" y para expandir su influencia regional, Teherán apoya a grupos como el libanés Hizbulá, el movimiento palestino Hamás, la Yihad Islámica y a los rebeldes hutíes en Yemen.
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