Desde el año 2018, los Mossos d’Esquadra han decomisado más de 40 toneladas de hachís en Cataluña. La lucha policial contra los narcotraficantes ha desatado este último año la detención de 912 personas y el comisado de 11.685 kg de dicha droga. De momento ya hay abiertas 38 nuevas investigaciones por transporte y tráfico de hachís.
Los implicados establecen bases logísticas en la costa catalana y del Levante como zona estratégica para el transporte de drogas hacia Europa. Casi el 66% de las intervenciones han sido por hachís transportado por vía marítima.
Según han detallado este martes en una rueda de prensa el jefe del Área Central de Crimen Organizado de la División de Investigación Criminal (DIC), el inspector Antoni Salleras, y el jefe de la DIC de la Región Metropolitana Norte, el inspector Josep Antoni López Garzón, el objetivo de la presión policial es desarticular organizaciones criminales que "están aprovechando que el litoral catalán se está extendiendo y la red vial de importación y distribución de hachís hacia Europa".
Según Salleras, a raíz de la presión policial en la costa andaluza, a partir del año 2018 las redes de tráfico de hachís han elegido la costa catalana -y también la levantina- para introducir esta sustancia y trasladarla hacia su destino final, el resto de Europa.
De esta forma, el 66 % del hachís intervenido este año en Cataluña fue interceptado en narcolanchas llegadas directamente desde Marruecos, mientras que el resto lo fue en carreteras -especialmente la autopista AP-7-, la ruta desde el sur de España hacia los países del resto de Europa.
Por este motivo, Salleras ha precisado que si bien no se puede asegurar que Cataluña sea la principal vía de entrada del hachís en España, sí que es la principal vía de paso de esta droga por España hacia Europa.
Según Salleras, las narcolanchas son la principal vía de entrada por mar del hachís en Cataluña, si bien también se utilizan otros mecanismos, como embarcaciones de ocio o veleros y, de forma residual, algunos pesqueros.
En cuanto a la marihuana, el modus operandi de los criminales es ocultarse tras empresas locales aparentemente legales.
1.076 detenciones en 2022 por el tráfico de drogas
En el pasado 2022, se desarticularon 10 redes criminales; el doble que el año anterior. En toda Cataluña se llevaron a cabo 1.076 detenciones relacionadas con esta tipología delictiva y se intervinieron 7 toneladas y media de hachís, dos más, que en 2021, lo que supone un incremento del 41,3%.
El enfoque policial va destinado a desarticular organizaciones criminales que aprovechan la extensa franja litoral catalana para la importación de droga hacia toda Europa. Aun así, también existe una cifra importante de transporte por carretera.
El origen de la droga desembarcada proviene de Marruecos, mientras que la de por carretera, procede mayoritariamente de Andalucía. Las investigaciones de este caso se han visto considerablemente aumentadas respecto al año anterior.
El Caso Pekin: más de 5 toneladas comisadas
La última investigación vinculada al tráfico de hachís, El Caso Pekín, ha significado el desmantelamiento de una importante organización criminal que introducía la droga por el puerto de Mataró a través de embarcaciones de alta velocidad procedentes de Marruecos.
Se llevó a cabo en dos fases: La primera tuvo lugar el 5 de febrero, dónde se intervinieron 154 fardos con 5.500 kg de hachís y se detuvieron a 13 personas. La segunda, el 13 de septiembre, dónde se llevó a cabo la detención de 13 personas más.
Los investigadores detuvieron a los principales líderes de la organización encargados de la logística, la conducción de embarcaciones provenientes de Marruecos y la del personal de apoyo que descargaba lanchas y conducía las furgonetas.
La intervención fue posible gracias a la llamada al 112 de un vigilante de seguridad del puerto, quien a las 4 de la madrugada, informó de un comportamiento extraño en una embarcación que accedía al puerto.
Aumento de la cantidad de hachís intervenida durante el 2023
Investigaciones iniciadas en el 2022 han permitido la desarticulación de diferentes organizaciones criminales durante este año. Entre ellas, destacan:
- Una investigación en Tarragona con la Guardia Civil. Se inició en 2022 a raíz de la detección del transporte de una narco lancha en el remolque de un camión. La organización contaba con mecánicos expertos para el montaje de las embarcaciones. Finalmente, en el mes de febrero de este año, tuvo lugar un desembarco de 55 fardos de hachís.
- En las Terres de l'Ebre. En los últimos años, se han llevado a cabo tres investigaciones de desembarcos de hachís.
Incremento de incidentes entre bandas rivales
En 2022, Cataluña registró seis incidentes relacionados con el transporte de hachís por vía marítima, mientras que hasta septiembre de 2023, se han detectado trece.
La policía catalana ha detectado un "ligero" incremento del uso de la violencia durante los incidentes relacionados con el hachís -pasan de siete durante el año pasado a 13 este año-, y todos están relacionados con peleas entre grupos criminales rivales.
Desembarcos que van de la zona del Delta del Ebro hasta la Costa Brava
Durante el año 2023 se han detectado desembarcos en la mayoría de comarcas del litoral catalán: desde la zona del Delta del Ebro hasta la Costa Brava.
En los últimos años, se han detectado varias formas de desembarcar el hachís hasta el territorio catalán. Desde desembarcos a las calas y playas, a descargas directas en “guarderías” con acceso náutico por parte de embarcaciones que desarrollan actividades piscícolas o recreativas.
A pesar de la prohibición de utilizar 'narcolanchas', durante una investigación de la policía catalana en 2022, la Guardia Civil y agentes de la Dirección adjunta de Vigilancia Aduanera (Dava) detectaron establecimientos donde se fabricaban y se reparaban en Cataluña, y se detuvo a 19 personas.
Escáneres para detectar hachís, transportado por carretera
Los Mossos d’Esquadra junto con la Agencia Aduanera han impulsado un sistema pionero en todo el Estado que se encarga de detectar, a través de unos escáneres móviles, aquellos camiones que circulan por la AP-7 (vía principal que conecta el sur de Europa), repletos de cargas de droga. Este sistema fue utilizado por primera vez el pasado jueves, 28 de septiembre.
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