La entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal implica nuevas obligaciones y deberes para aquellos ciudadanos que tengan animales a cargo. Desde el pasado 29 de septiembre, los dueños de animales de compañía están obligados a, por ejemplo, contratar un seguro de responsabilidad civil para sus perros y la prohibición de dejarlos atados en espacios públicos. 

Sin embargo, los espacios públicos tienen a través de esta ley obligaciones con respecto a los animales de compañía. ¿Cómo afecta a esta ley al acceso de los animales de compañía a los lugares públicos? ¿A dónde pueden ir y dónde pueden entrar las mascotas con la nueva Ley de Bienestar Animal?

Lugares donde pueden entrar las mascotas según la Ley

Los animales de compañía, como "seres sintientes" tal cual los define la ley, pueden acceder a partir de ahora a diversos espacios públicos que deben facilitar su entrada y las condiciones de acceso al mismo para ellos, con el objetivo de que su entrada "no constituya un riesgo para las personas". 

Según la Ley de Bienestar Animal, estos son los lugares públicos a los que los animales de compañía pueden acceder y que tienen la obligación de promover su acceso:

Estas son las nuevas normas de la Ley de Bienestar Animal que ya están en vigor y lo que aún falta por regular

El texto legal especifica que para que este acceso se produzca, "las personas responsables de animales de compañía [...] deberán llevar al animal conforme a las condiciones higiénico-sanitarias y respetando las medidas de seguridad que se determinen por el propio establecimiento o medio de transporte, así como la legislación sectorial específica".

Además, la norma determina que los Ayuntamientos deberán promover el acceso de los animales a espacios públicos como parques o playas de animales de compañía "que no constituyan ningún riesgo para las personas", aunque esto será "sin perjuicio de lo establecido en sus ordenanzas municipales".

En este sentido, según informa El Mundo, la aplicación de este punto de la Ley puede entrar en conflicto con legislaciones autonómicas, y además en el caso de los espacios privados siempre prevalece el criterio del establecimiento o centro.