La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, han declarado este viernes el estado de emergencia en la ciudad, así como en Long Island y el valle del Hudson, por las lluvias torrenciales con las que se han despertado los residentes de todo el gran área metropolitana, que se encuentra prácticamente colapsada.

La gobernadora ha avisado a la población de que las lluvias proseguirán con la misma intensidad a lo largo de todo este viernes y que "todas las agencias estatales proporcionarán los recursos necesarios para abordar este evento climático extremo".

En una rueda de prensa posterior recogida por el New York Times, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha avisado de que algunas zonas "podría registrar una subida de hatsa 20 centímetros en el nivel del agua antes de que termine este día".

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Hochul ha insistido en esta idea al avisar de que "pueden parecer pocos centímetros pero es suficiente como para arrastrar vehículos o desencadenar otras inundaciones que sí podrían costar la vida a la gente".

El servicio de transportes metropolitano ha anunciado igualmente cortes en todo el servicio debido a las inundaciones, mientras que el aeropuerto internacional de LaGuardia ha cerrado su terminal A dadas las pésimas condiciones meteorológicas.