Hui Ka Yan es el presidente de la promotora inmobiliaria china Evergrande. El pasado miércoles se decretó vigilancia policial de su domicilio después de que días antes fuera requerido por la policía. Al día siguiente pasó a estar bajo arresto domiciliario. Pero no han trascendido los motivos, ya que no ha sido formalmente detenido ni se le han imputado cargos.
En cualquier caso, su detención supuso la suspensión de la negociación de las acciones de la compañía y de dos de sus filiales en la Bolsa de Hong Kong. Es el último capítulo de la caída del gigante chino fundado en 1996 por el propio Hui.
Un 2% del PIB de China
Evergrande Group o Evergrande Real Estate Group ha llegado a ser el segundo mayor promotor inmobiliario en ventas de China y una de las empresas de ese sector más valiosas del mundo. Tanto que suponía un 2% del PIB de China. La empresa se ha dedicado a la venta de viviendas a personas de poder adquisitivo medio-alto. Su plantilla la han formado hasta 200.000 empleados, pero de manera indirecta ha dado trabajo cada año a otros 3,8 millones.
Pero en 2021 todo empezó a desmoronarse. En septiembre de aquel año se supo que la inmobiliaria más grande de China iba a incurrir en impagos millonarios. ¿Una burbuja inmobiliaria made in China? Su desplome ha situado a Evergrande al borde de la quiebra. Dan miedo sus consecuencias, que pueden ser internacionales. "Muchos se preguntan si el caso se convertirá en el "Lehman Brothers" chino", decía ese año la BBC.
2021, una deuda milmillonaria
En agosto de 2021, Evergrande enfrentaba un número récord de denuncias presentadas por contratistas en los tribunales chinos, contó el Financial Times. Al tiempo, aumentaba la presión de la administración para que la compañía redujera su pasivo, incluidos alrededor de 100.000 millones de dólares en deudas.
Para evitar que ésta y otras empresas acumulasen demasiado pasivo en 2020 Pekín impulsó una regulación (conocida como las 'tres líneas rojas') para limitar el acceso a financiación. Hubo una crisis de liquidez en el inmobiliario. Pero es que el régimen intentaba "enfriar" los precios porque al ciudadano chino cada vez le suponía más esfuerzo la compra de una vivienda.
Los problemas se extendieron a casi todo el sector inmobiliario. Por su repercusión mundial, en septiembre hubo caídas en muchos índices bursátiles. A finales de 2021, el Gobierno chino seguía trabajando para reestructurar Evergrande. El grupo también solicitó una moratoria sobre la opción de amortización anticipada de sus bonos.
En abril de 2022, la construcción de muchos proyectos inmobiliarios se había reiniciado. Sin embargo, según Reuters, la empresa seguía teniendo un pasivo de 300.000 millones de dólares. No había manera de revertir la cuesta abajo.
Bancarrota en EE UU frente a los acreedores
En marzo de 2023, Evergrande hizo una propuesta para reestructurar casi 20.000 millones de dólares de deuda 'offshore' impagada. Debían decidir sus acreedores y aunque la empresa esperaba tener su apoyo antes del 1 de octubre, esto no ha ocurrido.
El 17 de julio de 2023, la compañía hizo pública una pérdida neta atribuible a los accionistas de 66.300 millones de dólares para 2021 y de 14.700 millones para 2022. El grupo declaró que su pasivo total a 31 de diciembre de 2022 ascendía a unos 340.000 millones de dólares. En agosto, Evergrande se acogió al Capítulo 15 del código de bancarrota de EE UU para protegerse de los acreedores, ante el tribunal de bancarrotas de Manhattan.
Desplome bursátil y detenciones
Tras 17 meses de suspensión, las acciones del grupo reanudaron su cotización en la bolsa de Hong Kong. El 28 de agosto se desplomaron. Cayeron un 79% a 35 centavos de dólar de Hong Kong, frente al precio anterior a la suspensión de 1,65 dólares el 21 de marzo de 2022.
Hace unos días, la empresa informó de que "no podía cumplir los requisitos" para la emisión de nuevos pagarés debido a que una de sus principales filiales, Hengda Real Estate, estaba siendo investigada. La semana pasada se detuvo a varios de los empleados de Evergrande Wealth.
Ahora, el propo Hui está en arresto domiciliario.
Quién es (ha sido) Hui Ka Yan
De 64 años, el fundador y presidente de Evergrande, cuyo nombre también aparece como Xu Jiayin, llegó a ser el hombre más rico de China. Y lo logró después de nacer (el 9 de octubre de 1958) en el seno de una familia rural de la aldea de Jutaigang (Gaoxian). Su padre, un soldado retirado convertido en almacenista en su aldea natal; su madre murió cuando él tenía 8 meses y fue criado por su abuela paterna.
En 2017, Hui era la persona más rica de China, con una fortuna de más de 37.000 millones de euros
Se graduó en Wuhan con una titulación de Artes y Ciencia. Luego, trabajó como técnico en una fábrica de acero durante una década. En 1996 fundó Evergrande, en la ciudad de Cantón. La empresa despegó vertiginosamente en medio del boom económico chino y la acuciante necesidad de vivienda.
Fueron veinte años de crecimiento y ganancias extraordinarias. De ese modo, en 2017, Hui era la persona más rica de China. Ese año finalizó con una fortuna de unos 42.500 millones de dólares (37.197 millones de euros), según la estimación de la revista Forbes.
De 2017 a 2020 se estimaba que su riqueza había caído en más de 20.000 millones de dólares, hasta los 21.800 millones, debido a las crecientes deudas, agravadas por la pandemia del coronavirus. En octubre de 2021, la Hurun China Rich List seguía estimando su fortuna personal en unos 11.300 millones de dólares.
Por la crisis de liquidez de Evergrande tuvo que vender su mansión de Londres por 227 millones de dólares
Sin embargo, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, su patrimonio neto había descendido a 6.200 millones de dólares el 13 de diciembre de 2021, habiendo perdido 17.200 millones de dólares en el año. Y eso ocurrió porque tuvo que vender activos personales en el contexto de la crisis de liquidez de Evergrande (vendió su mansión de Londres por 227 millones de dólares).
En sus buenos tiempos, fue uno de los primeros millonarios del país en practicar la filantropía, con una inédita donación de 68 millones de dólares en 2013. Además, en 2010 adquirió el club de fútbol Guangzhou FC, uno de los mejores de China.
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