Los recientes conciertos de las giras de Beyoncé y Taylor Swift, así como los partidos del Inter de Miami de Lionel Messi, han provocado un enorme cambio en cómo el fisco va a influir en la reventa de entradas en Estados Unidos, que ha intentado dar un golpe sobre la mesa para con un problema que ya ha llevado hasta el Senado a la web Ticketmaster.

Esos espectáculos han llevado al país a analizar al detalle cómo quienes revenden entradas se están aprovechando de fans y seguidores para hacer negocio. Por ello, el Internal Revenue Service [Servicio de Impuestos Internos] está reforzando su control sobre los mismos y ha conseguido una modificación de la ley, tal y como ha informado The Wall Street Journal.

Esta ley, introducida como parte del American Rescue Plan Act [la Ley del Plan de Rescate Estadounidense], va a requerir que sitios de reventa de entradas como StubHub y el citado Ticketmaster entreguen los datos de todos los vendedores que ganen más de 600 dólares al citado IRS. Dichos vendedores deberán luego rellenar un formulario, el 1099-K, que es "un informe de los pagos que ha recibido durante el año".

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Por supuesto, sus ganancias estarán sujetas a deducciones fiscales sobre la renta. El gran cambio proviene del mínimo necesario antes de declarar los ingresos sujetos a impuestos en las webs de reventa de entradas. Antes de esta nueva ley era mucho más alto: un usuario tenía que haber recibido más de 20.000 dólares en ingresos y tener más de 200 transacciones en un año.

Este es un nuevo intento de la administración Biden de intervenir en un mercado como es el de la reventa. De hecho, la Casa Blanca recibió a varios ejecutivos de estas webs este mismo verano para incidir en la necesidad de que aumentasen la transparencia en torno a las tarifas ocultas que se imponen a los clientes durante el pago.

Y es que lo ocurrido este año ha sido la gota que ha colmado el vaso: según la propia web de StubHub, las entradas para ver al Inter de Miami aumentaron de un promedio de 30 dólares a 255; un concierto de Beyoncé tenía como media de precio de cada entrada este años 380 dólares; uno de Harry Styles, 400.

Y, por supuesto, los de The Eras Tour de Taylor Swift, el que ha tenido los precios más inflados, con un precio promedio de reventa fue de 2.183 dólares según la web especializada TicketIQ. Hubo incluso algunos fans que se quejaron de que algunas entradas habían alcanzado los 30.000 dólares.