No paro de leer decenas de comentarios, numerosos titulares y cientos de mensajes en redes con la palabra ‘éxito’.

Acostumbrado a que todos aireemos a través de las redes sociales nuestros logros, habituado a ver en LinkedIn los nuevos puestos de trabajo de compañeros de profesión y ansioso por ver los datos de audiencias de televisiones, radios y periódicos donde siempre todos ganan, me planteo muchas veces el significado de la palabra ‘éxito’.

Las parrillas de televisión no paran de cambiar en busca de la fórmula correcta para enganchar a los espectadores. Algunos se intentan ‘salvar’ del naufragio ‘salvamizándose’ con colaboradores de otras cadenas, otros ponen todo patas arriba revolviendo las mañanas con las tardes con la intención de que el público se habitúe a sus nuevas ideas, los que siempre fueron alumnos aventajados miran hacia oriente con la imposibilidad de recoger en tiempo récord los frutos deseados y merecidos... En las radios cambian pocas cosas y todos dicen que tienen las mejores canciones y mientras en los periódicos se titula de un modo más contundente y los estilos se renuevan.

En la música se exploran nuevas fórmulas, se sacan discos que son más recopilatorios de temas ya radiados hasta la extenuación que nuevas obras con una historia consistente. Todos los artistas llenan ‘wizinks’ aunque ninguno hace mención de dónde colocan las telas negras que ocultan las gradas no vendidas, y lo de decir que eres número 1 en iTunes ya está obsoleto.

Según la RAE, ‘éxito’ es el resultado feliz de un negocio, actuación, etc… Y yo no puedo estar más de acuerdo: el éxito es la felicidad y la despreocupación por saber disfrutar del camino y dormir tranquilo por la noche sabiendo que has dado lo mejor de ti durante el día. Grandes éxitos para todos.