Noruega está en vilo ante las últimas noticias sobre la princesa Mette-Marit. La royal lleva desde 2018 padeciendo una fibrosis pulmonar crónica, una enfermedad degenerativa que provoca la cicatrización del pulmón. Un mal que, aunque le impide participar en muchos eventos, lo cierto es que siempre ha intentado quitarle importancia. 

Aunque, su marido, el príncipe heredero Haakon, siempre ha querido valorar lo positiva que es. Prueba de ello fueron sus declaraciones en medios locales con motivo de su 50 cumpleaños. En estos aseguró que, pese a su "diagnóstico grave", ella siempre se ha mostrado fuerte y estable. 

Un mensaje de calma que se contradice con el parte médico que recientemente emitía el Palacio Real. Tras la gran celebración en Oslo, el pasado 13 de septiembre se dio la dura noticia. La esposa del heredero comenzaría una baja por enfermedad de, al menos, dos semanas. Por ello, ha sido Haakon quien se encargará de los compromisos junto a sus hijos. 

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Prueba de ello ha sido el grad prix que se celebró con coches fabricados por jóvenes por las zonas más turisticas de Noruega. Del mismo modo, la princesa no pudo acudir a la celebración en Estocolmo por el Jubileo de Oro del rey Carlos Gustavo de Suecia.

Tras las dos semanas de la baja, Mette-Marit no ha vuelto a aparecer en actos sociales. Por ello, Guri Varpe, jefe del departamento de comunicación, se ha visto obligado a hacer un comunicado: "La princesa heredera también será menos activa en el futuro y no tiene ningún evento oficial previsto para esta semana ni para las vacaciones de otoño".

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Estas vacaciones se celebran del 3 al 9 de octubre. Por el momento, la única cita que tiene prevista la futura monarca será el 13 de octubre, día de la inauguración de la histórica sala de equitación del Palacio Real.