El español encarcelado en Irán acusado de espionaje se pondrá en huelga de hambre: "Voy a dejar de comer"

Santiago Sánchez Cogedor, el español atrapado en Irán al ser acusado de espionaje cuando viajaba a pie para disfrutar del Mundial de fútbol disputado en Qatar, no aguanta más y ha roto su silencio para avisar que iniciará una huelga de hambre. El 2 de octubre se cumplirá un año desde que el español pusiera pie en Irán para no volver a salir y ha mandado un mensaje en formato audio a su entorno advirtiendo que va a "dejar de comer" porque se siente "triste". "Llevo un año escuchando unas indicaciones, 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'", ha estallado Sánchez desde una cárcel iraní, que a su vez se pregunta qué es lo que quieren de él.
Santiago Sánchez Cogedor, el español atrapado en Irán al ser acusado de espionaje cuando viajaba a pie para disfrutar del Mundial de fútbol disputado en Qatar, no aguanta más y ha roto su silencio para avisar que iniciará una huelga de hambre. El 2 de octubre se cumplirá un año desde que el español pusiera pie en Irán para no volver a salir y ha mandado un mensaje en formato audio a su entorno advirtiendo que va a "dejar de comer" porque se siente "triste". "Llevo un año escuchando unas indicaciones, 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'", ha estallado Sánchez desde una cárcel iraní, que a su vez se pregunta qué es lo que quieren de él.
Santiago Sánchez Cogedor, el español atrapado en Irán al ser acusado de espionaje cuando viajaba a pie para disfrutar del Mundial de fútbol disputado en Qatar, no aguanta más y ha roto su silencio para avisar que iniciará una huelga de hambre. El 2 de octubre se cumplirá un año desde que el español pusiera pie en Irán para no volver a salir y ha mandado un mensaje en formato audio a su entorno advirtiendo que va a "dejar de comer" porque se siente "triste". "Llevo un año escuchando unas indicaciones, 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'", ha estallado Sánchez desde una cárcel iraní, que a su vez se pregunta qué es lo que quieren de él.
Santiago Sánchez Cogedor, el español atrapado en Irán al ser acusado de espionaje cuando viajaba a pie para disfrutar del Mundial de fútbol disputado en Qatar, no aguanta más y ha roto su silencio para avisar que iniciará una huelga de hambre. El 2 de octubre se cumplirá un año desde que el español pusiera pie en Irán para no volver a salir y ha mandado un mensaje en formato audio a su entorno advirtiendo que va a "dejar de comer" porque se siente "triste". "Llevo un año escuchando unas indicaciones, 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'", ha estallado Sánchez desde una cárcel iraní, que a su vez se pregunta qué es lo que quieren de él.

Santiago Sánchez Cogedor, el español detenido y encarcelado en Irán al ser acusado de espionaje cuando viajaba a pie para disfrutar del Mundial de fútbol disputado en Qatar, no aguanta más y ha roto su silencio para avisar que iniciará una huelga de hambre

El 2 de octubre se cumplirá un año desde que el español pusiera pie en Irán para no volver a salir y ha mandado un mensaje en formato audio a su entorno advirtiendo que va a "dejar de comer" porque se siente "triste". 

"Llevo un año escuchando unas indicaciones, 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'", ha estallado Sánchez desde una cárcel iraní, que a su vez se pregunta qué es lo que quieren de él. 

A este respecto, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirmó en el mes de febrero que no iba a parar de seguir haciendo gestiones hasta que Santiago Sánchez fuera liberado "de una detención sin fundamento".

El viaje truncado de Santiago Sánchez

El madrileño Santiago Sánchez Cogedor es un exmilitar de 41 años que en enero de 2022 se aventuró a viajar desde la localidad madrileña de Alcalá de Henares rumbo a Qatar para ver allí los partidos de la selección española en el Mundial de fútbol

El español, deportista y aventurero como recoge su perfil de Instagram, decidió realizar el camino a pie y aprovechar para concienciar sobre el uso de plásticos, compartir todas esas experiencias a través de la red social. 

Sin embargo, cuando entró en el país de los ayatolás, el gobierno iraní le acusó de espionaje por haber posado junto a un cuartel militar durante su periplo por varios países. 

La captura de la fotografía coincidió con el estallido de la revuelta popular contra el régimen iraní por la muerte de la joven Masha Amini y el exmilitar estuvo recluido en una prisión iraní en lamentables condiciones.

"Estuve en una habitación pequeña de un metro cuadrado que se llama Evin 209. No había cuarto de baño. Una luz led en el techo 24 horas encendida y si yo quería ir al baño tenía que llamar a un interfono: 'Please, toilet' y los guardias se reían", explicó en un audio que logró enviar a un amigo y al que tuvo acceso la Cadena COPE.

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