Los túneles de la capital se vuelven eficientes. Al menos, energéticamente hablando. El Ayuntamiento de Madrid acometerá en las próximas dos semanas la renovación de la iluminación de los pasos elevados de plaza de Castilla, República Argentina y República Dominicana para sustituir las actuales lámparas de vapor de sodio por luminarias led, según ha trasladado la delegada municipal de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, a la Junta de Gobierno municipal. 

"Los trabajos suponen no solo una mejora de la seguridad y comodidad para los usuarios de los túneles, sino también un gran avance en lo que a eficiencia energética se refiere, ya que se reducirá el consumo en unas instalaciones que permanecen encendidas las 24 horas del día", ha explicado este jueves la iniciativa posteriormente la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz. 

La renovación del alumbrado de esta terna de túneles no supondrá, en todo caso, afecciones reseñables a la movilidad, toda vez que las actuaciones se han programado en horario nocturno, igual que las labores que se efectúan normalmente para mantenimiento preventivo. Además, en todos los casos existe una alternativa de movilidad por las calzadas en superficie que no supone desvío alguno por otros viales de la ciudad.

En cuanto a las fechas, los trabajos comenzarán el próximo domingo en el túnel de plaza de Castilla, extendiéndose durante seis semanas. La intervención en el túnel de la República Argentina comenzará el 1 de octubre y durará cuatro semanas y la del túnel de República Dominicana se iniciará el 12 de octubre, con la misma duración de cuatro semanas.

En lo que se refiere al ahorro, el Consistorio ya ha echado cuentas de lo que se reducirá con estas bombillas. Solo en potencia, podrá reducir un 74,5 % de energía, pasando de 302,70 Kw a 77,09 Kw.  Y respecto al número de luminarias instaladas, también, pasando de las actuales 1.258 de estos tres túneles a 456 unidades, lo que supone una disminución del 63,7 %.

Por otro lado, el uso de tecnología led en los túneles refuerza su seguridad al crear una iluminación más uniforme que supone una mejor percepción visual para el conductor. Asimismo, facilita el mantenimiento de las luminarias tanto por su gran duración, que alcanza las 100.000 horas de vida útil, como por contar con un sistema de control que permite detectar fallos en los puntos de luz. 

A todo ello se añade que la sustitución de los antiguos cableados por cables de prestaciones avanzadas garantizan la no generación o propagación de humos tóxicos e incrementan la seguridad al ser resistentes al fuego durante un mínimo de 90 minutos.