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Más de 30 años sin Manuela y Virginia: la historia de una desaparición que llegará a Estrasburgo

  • Las niñas desaparecieron en Reinosa en 1992 cuando hacían autostop para volver a Aguilar de Campoo.
Ilustración: Desaparición de Manuela y Virginia.
Ilustración: Desaparición de Manuela y Virginia.
Carlos Gámez
Ilustración: Desaparición de Manuela y Virginia.

Cada año desaparecen en España unas 22.000 personas, según datos del Centro Nacional de Desaparecidos. Casi el 95% se resuelven en el mismo año en el que se denuncian. Pero cada vez hay más casos de larga duración, especialmente tras la pandemia. Este 2023 ya ha habido unas 2.000 denuncias activas, pero cada año se rozan las 5.000.

De duración, de tiempo y de dolor saben las familias de Manuela y Virginia, las niñas del municipio palentino de Aguilar de Campoo desaparecidas en 1992. Han pasado 31 años; 31 años sin saber de dos niñas que hoy tendrían 45 y 44 años.

Cada año desaparecen en España unas 22.000 personas, pero el 95% de las denuncias se resuelven en el mismo año

El caso sigue sin resolver. Los abogados de las familias han anunciado que van a recurrir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para lograr saber qué les ocurrió a sus niñas.

¿Quiénes eran Manuela y Virginia?

Manuela Torres Bougueffa tenía 14 años y 13 Virginia Guerrero. Manuela había nacido en Aix-en-Provence (Francia), de una madre parisina de origen argelino, Karima Bougeffa, y el malagueño José Torres. Era hija única. La pareja se separó y Manuela y su madre se habían mudado a España, a Aguilar de Campoo, donde vivían algunos familiares.

En la localidad palentina se hizo buena amiga de Virginia Guerrero, natural de Aguilar de Campoo. Tenía tres hermanos.

¿Qué pasó?

El 24 de abril de 1992 era festivo en Aguilar de Campoo. Virginia pidió dinero a su madre: le dijo que era para comprar una tarta para una fiesta de cumpleaños. Pero no. Como no tenían que ir a clase decidieron pasar el día en Reinosa, a unos 32 kilómetros, como ya habían hecho otras veces. Alicia, una tercera amiga a la que propusieron unirse a la escapada, prefirió no ir. En poco más de media hora llegaron en tren a la localidad cántabra.

¿Qué es lo último que se supo de ellas?

Estuvieron en la discoteca 'No lo sé' (conocida también como 'Cocos') y en un parque de Reinosa. Al parecer perdieron el último tren de vuelta a Aguilar de Campoo, de modo que decidieron hacer autostop. Se sabe que se subieron a un Seat 127 color blanco o crema.

El encuentro, si hubo un Seat 127 y si alguien las recogió, tenía que ser casual"

"El encuentro, si hubo un Seat 127 y si alguien las recogió, tenía que ser casual", aseguró en su día Daniel Domingo Maroto, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Palencia, al programa 'Se busca'. "Seguro que estaban haciendo dedo porque las vio una vecina de Virginia", contó la madre de Manuela en ese mismo espacio. Esa vecina las vio en la carretera pasadas las nueve de la noche, pero no las recogió porque el coche iba lleno.

Cuatro días después de la desaparición de las jóvenes, una vecina llamó de forma anónima a la radio del pueblo. "Fuera de antena recibimos la llamada de una señora que confirmaba haber visto a las chicas montarse en un coche, un 127 blanco, y después nunca más supimos de las chicas ni de la señora que llamó al programa", contó Mon Fernández, locutor de radio.

Recibimos la llamada de una señora que confirmaba haber visto a las chicas montarse en un 127 blanco"

Sea como fuere, nunca regresaron a casa. No se tiene noticia de Manuela y Virginia desde aquel 24 de abril de 1992.

¿Dónde se las buscó?

Ese mismo año, tras dos llamadas anónimas a la Guardia Civil, se buscó a Manuela y Virginia en la mina Fontoria, una mina de magnesita en Cantabria. También en la Cueva Cervatos, un lugar cerca de Reinosa que, según la propia investigación, era idóneo para ocultar los cadáveres.

Carteles de búsqueda de Virginia Guerrero y Manuela Torres.
Carteles de búsqueda de Virginia Guerrero y Manuela Torres.
20MINUTOS

En la primavera de 1997, una chica que había sido okupa dijo haberlas visto en Madrid, bien y con aspecto punkie, acompañadas de un chico. Se investigó en el ambiente okupa madrileño, sin resultado.

El 9 de octubre de 1994, dos bolsas que contenían huesos humanos fueron encontradas en el campo cerca de la presa de Requejada (al noroeste de Aguilar de Campoo). Pero las investigaciones forenses descartaron toda posibilidad de que pudieran pertenecer a las jóvenes: se trataba de víctimas de la Guerra civil española.

Lo mismo pasó con dos cráneos encontrados en 2001, que finalmente se supo también pertenecían a víctimas de la guerra, y una mandíbula humana encontrada en un embalse en Cantabria en 2018.

¿Cuál fue la última pista?

En mayo de 2021, se reabrieron las investigaciones a raíz del testimonio de una mujer en un programa de televisión dedicado a crímenes sin resolver y desaparecidos. Contó que un año antes de la desaparición de Manuela y Virginia, ella, junto con otra amiga, sufrieron una circunstancia idéntica a la de las niñas de Aguilar. El Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Cervera de Pisuerga reabrió las actuaciones.

¿Hubo sospechosos?

Las familias pidieron investigar de nuevo en la mina Fontoria, pero no se hizo. Sí se abrieron tres líneas de investigación sobre otros tantos individuos. Uno fue exculpado, pero los abogados pidieron que se actuara sobre los otros dos. El individuo identificado por la testigo que sufrió una tentativa de secuestro similar declaró que su Seat 127 era marrón.

Todavía no se ha aclarado de qué color era el Seat 127 que ese hombre llevaba en 1992, año de la desaparición"

"Después de seis meses de investigación y de secreto de sumario, todavía no ha sido aclarado de qué color era el Seat 127 que llevaba en 1992, año de la desaparición", dijo a Efe la abogada Carmen Balfagón en representación de las familias. No entendían que se le hubiera descartado solo "fiándose" de su testimonio afirmando que el coche era marrón, a pesar de que la mujer dice que el coche era beige claro y le ha reconocido "al cien por cien y sin ningún género de dudas".

Es una coartada imposible y a pesar de ello el Juzgado no sigue investigando"

El otro sospechoso dijo que en abril de 1992 estaba en Estados Unidos, pero la investigación demostró que en esa época no tenía pasaporte. "Es una coartada imposible y a pesar de ello el Juzgado no sigue investigando", aseguró el criminólogo Ramón Chippirrás, también representante de las familias.

¿Cuándo se dejó de investigar?

En junio de 2022, el Juzgado de Cervera de Pisuerga (Palencia) acordó el sobreseimiento provisional de las actuaciones asegurando que "no constaba autor conocido en la perpetración de los hechos objeto de denuncia".

¿Qué es lo último que han hecho las familias?

Han anunciado que van a recurrir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

¿Por qué lo hacen?

Toman esta decisión tras conocer que el Tribunal Constitucional no ha admitido a trámite el recurso de amparo interpuesto por la desaparición de las niñas. Este recurso lo presentaron después de que la Audiencia Provincial de Palencia confirmara el auto del juzgado que acordó el archivo de las actuaciones.

Los abogados defienden que se han vulnerado derechos fundamentales como el derecho a la tutela judicial efectiva e insiste en que durante la investigación reabierta en 2021 no se admitiera ninguna de las diligencias planteadas por la representación de las familias y en "los errores" que, según ellos, incurre la sentencia de la Audiencia Provincial.

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