María Teresa Campos continúa ingresada en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid en estado grave "debido a un cuadro de insuficiencia respiratoria", y muchos son los seres queridos que se han acercado a ver a la periodista de 82 años y acompañarla en estos momentos clave para su salud. Sin embargo, hay familiares que no han podido hacerlo, pues están atrapados en Málaga por la DANA.

El temporal vivido de este domingo en la península causó incidencias en las líneas de tren debido a una inundación de agua y fango en la estación de La Sagra (Toledo) que interfirió en la circulación normal de trenes de Larga y Media Distancia desde Andalucía a Madrid, y viceversa, pasando por Castilla La Mancha. Esto provocó la suspensión de varios trayectos que tienen la capital como origen o destino y largas colas de pasajeros en distintas estaciones.

Y parece que parte de la familia de la presentadora forman parte de estas personas que no han podido viajar. Terelu y Carmen Borrego, entre otros allegados, como Rocío Carrasco, Belén Ro o sus nietos, Alejandra Rubio, Jose María y Carmen Rosa Almoguera, han podido ver a María Teresa Campos o pasar la noche con ella, pero hay otros parientes que aún no.

Terelu, Rocío Carrasco, Fidel Albiac... La familia y amigos de María Teresa Campos, junto a ella en su momento más delicado

Las gravísimas lluvias que han impedido que algunos familiares provenientes de Andalucía no hayan podido llegar a Madrid para acudir a la clínica. "Ayer se pusieron en contacto con la familia de Málaga, tenían un inconveniente, al ser fin de mes, alargarse por ser fin de semana y primeros de septiembre, los AVE venían llenos, tuvieron el problema de la lluvia con la Dana, fue un caos...", ha explicado este lunes Marisa Martín Blázquez en El programa del verano.

Según ha sostenido la periodista, algunos buscaron otras vías para poder llegar a la capital. Pero, afortunadamente, el servicio ya se está restableciendo, aunque con cierta "irregularidad".

Mientras tanto, estos familiares desde la distancia han podido mantenerse al tanto del estado de salud de la periodista, que pasó buena noche y ahora estaban esperando a ver cómo reaccionaba al tratamiento.