Las mujeres de un pueblo de La Rioja se reivindican bailando ante el patrón local a pesar de la prohibición de una cofradía

Mujeres de Cervera del Río de Alhama.
Mujeres de Cervera del Río de Alhama.
EFE
Mujeres de Cervera del Río de Alhama.

Un grupo de 17 mujeres de la localidad riojana de Cervera de Río Alhama han danzado este viernes ante uno de los santos patrones, San Gil. Esta particularidad ha sucedido frente al veto de la Cofradía de San Gil y Santa Ana, que mantiene un rito ancestral y prohíbe a la mujer participar en esta danza tradicional.

Estas 17 gaiteras, a las que se han sumado tres varones, integran la Gaita Mixta, una congregación fundamentalmente femenina. Todas ellas han bailado la danza de este tradicional instrumento para homenajear al santo.

La Gaita es una danza con más de 500 años de historia, bailada por hombres, según la tradición. Sin embargo, hace diez años cuando se creó el grupo La Gaita Mixta para reivindicar su participación en el folclore de la localidad, situada a unos 95 kilómetros de Logroño, en el límite con la provincia de Soria.

Sin autorización parroquial

La polémica ha venido este año cuando la Cofradía de San Gil y Santa Ana emitió el pasado día 24 un comunicado en la hoja parroquial del municipio, en contra de la Gaita Mixta. En el documento se indicaba que, por respeto a la tradición, no podía autorizar la participación de mujeres en los actos oficiales donde se baila esta danza. No obstante, ha generado reacciones de rechazo por parte de diferentes colectivos y grupos políticos, además de la propia Gaita Mixta.

Organizada por la Asociación Gaita de Cervera del Río Alhama, las gaiteras han bailado acompañadas de su música en directo y encabezando en todo momento el paso de la procesión, con la excepción de los gigantes y cabezudos, que han marcado el paso.

Tras las chicas de este grupo, ha bailado la única Gaita reconocida por la Cofradía de San Gil (formada por varones) y el párroco, Eduardo Torres, quienes han mostrado su negativa a que las mujeres participen en este baile aludiendo a la tradición del mismo.

Sin embargo, las componentes de esta asociación han sido seguidas y aplaudidas por los vecinos y curiosos del municipio de forma igual a sus homólogos masculinos, y han captado la misma atención mediática que los mismos, o quizá más.

Uno de los momentos principales de la celebración ha sido la salida de la iglesia del pueblo de la figura del patrón para iniciar la procesión. Esta ha contado con la asistencia del obispo de Calahorra y la Calzada-Logroño, Santos Montoya, cuya Diócesis no ha querido pronunciarse sobre la polémica.

No esperaban la negativa

Minutos antes del arranque, una de las bailarinas de la Gaita Mixta, Rebeca Urquizo, ha indicado que no esperaban la negativa de la cofradía a su participación, puesto que "el pueblo ya tenía asumido" que iban a bailar.

"Nos sorprendió muchísimo, sobre todo, porque en el comunicado (de la Cofradía) pone que hablan en nombre de los cofrades, y yo soy cofrade, al igual que mi madre, mi abuela, mi tía y mi prima, entonces, no hablan en nombre de los cofrades porque cofrades somos todos", ha subrayado.

Ha indicado que han sentido "mucho rechazo, pero también mucho apoyo, en Santa Ana, que fueron las fiestas anteriores a San Gil, cuando se vivió un apoyo increíble del pueblo, entonces, nos sentimos felices por eso". "Nosotras seguiremos bailando, no nos pueden prohibir bailar en la calle ni entrar a misa, así que vamos a continuar con lo nuestro", ha concluido.

Entre los representantes públicos que han participado en esta tradición han estado el alcalde de Cervera del Río Alhama, Álvaro Forcada; la coordinadora de Feminismos y Cultura de Podemos País Vasco, Garbiñe Ruiz; y el concejal de Irún por Podemos, David Nuño.

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