Poner a la venta una vivienda okupada es una opción a la que recurren muchos propietarios que quieren poner fin a los problemas que conlleva tener un inmueble completamente inutilizado. Aunque es legal vender un piso okupado, este factor reduce notablemente los posibles compradores interesados y afecta también al precio de venta.

A la hora de proceder a vender una vivienda okupada, hay dos formas de hacerlo, tal y como recuerdan desde Idealista. 

La primera es que sea el propietario quien desocupe la vivienda recurriendo al proceso de desahucio y luego venda el piso. Por su parte, la segunda opción es vender la casa con okupas dentro y que sea el comprador quien realice dicho trámite de desalojo.

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En el primero de los casos, el propietario podrá vender la casa al precio que le corresponda, si bien el tiempo para resolver el conflicto se extenderá y deberá asumir los costes del desahucio.

Si se elige vender una casa okupada, conviene saber que el precio de venta puede llegar a ser entre un 40 y 60% inferior al que marca el mercado y existen menos personas interesadas que estén dispuestas a tomar las riendas de un desalojo.

Otro punto que juega en contra de vender una vivienda con okupas es la dificultad para tasar el inmueble, ya que los inquilinos impedirán el acceso al mismo, y deberá hacerse mediante herramientas de tasación online.

Entre los posibles compradores de casas okupadas se encuentran muchas empresas e inmobiliarias, como Urgecompraventa, que adquiere pisos okupados en solo 48 horas desde que aceptan su oferta.