¿Quién le iba a decir a la actriz Tori Spelling que un día cambiaría su mansión con decenas de habitaciones en Beverly Hills por una caravana?

Ella misma se ha ocupado de enseñar que su nueva vivienda, que comparte con sus cinco hijos, es cualquier cosa menos acogedora, cómoda y lujosa. Eso sí, está junto al mar.

Es, más que nada, el símbolo del deterioro tanto físico como de salud que está sufriendo a sus 50 años y que coincide con la reciente separación de su marido y padre de sus hijos, Dean McDermott después de casi dos décadas de matrimonio.

Desde entonces, Tori, hija del todopoderoso productor de Hollywood ya fallecido, Aaron Spelling, ha ido cayendo en barrena, y con ella, sus cinco hijos: Liam de 16 años, Stella de 15, Hattie de 11, Finn de 10, y Beau de 6.

La protagonista de Sensación de vivir acaba de recibir el alta hospitalaria después de cuatro días ingresada en un hospital de Los Ángeles. Tori era fotografiada abandonando el centro en una silla de ruedas aparentemente desmejorada y con una serie de moratones en su rostro y ambos brazos.

Horas antes de abandonar el hospital, la actriz publicaba una foto de su pulsera de paciente, que indica que había ingresado el pasado 17 de agosto. "Cuarto día aquí y extraño mucho a mis hijos", escribió junto a la foto. “Agradecida y muy orgullosa de mis hijos fuertes, valientes, resilientes y amables que siguen siendo positivos sin importar lo que venga", agregaba.

No se saben las causas que originaron el ingreso hospitalario de Spelling. Sí trascendió en junio que tenía que dejar su casa de Beverly Hills infestada por moho negro, ya que estaba causando serios problemas de salud a sus hijos, que eran ingresados continuamente en el hospital con problemas respiratorios, cuadros febriles y sensación de cansancio extremo. 

A continuación se fue a vivir a un motel de 90 euros la noche con los cinco niños. Y semanas después, se instaló en una caravana en el condado de Ventura, donde ha compartido fotos junto a los niños.

Fuentes cercanas a la actriz aseguran que no responde a sus llamadas y que tiene serias dificultades financieras, que han aumentado desde su separación, tal y como han desvelado en Entertainment Tonight.

La madre de la actriz, Candy, con una fortuna valorada en 500 millones de euros, heredada del productor Aaron Spelling, que solo dejó 800.000 euros a su hija, ha asegurado que ayudaría financieramente a su hija si lo necesitaba. “Quiero a mi hija, la apoyaré en todo lo que haga. Siempre estaré aquí para ella”, destacó en TMZ. Algunas fuentes señalan que ha querido ayudarla con una nueva vivienda, pero que Tori no ha querido.