Los vecinos del distrito madrileño de Arganzuela continúan en pie de guerra por el temor a la tala de árboles como consecuencia de las obras de ampliación de la línea 11 de Metro, aunque el proyecto todavía no está aprobado. La última voz de alerta llegó con el corte de dos ejemplares en la calle Cáceres. Mientras los residentes denuncian que se trata de una actuación encubierta del Consistorio y que tiene relación con las obras de ampliación, desde el Ayuntamiento defienden que los técnicos establecieron que esos ejemplares estaban "enfermos" y, por ello, se procedió a su tala.

La inquietud que sienten los vecinos ante la tala de los árboles del distrito ha motivado que comiencen a organizarse. Además de las protestas que llevan a cabo todos los jueves por la tarde desde hace unos meses, han creado patrullas vecinales. Por turnos, de entre cuatro y ocho personas, se dedican a pasear por las calles de la zona para evitar que desaparezcan árboles. "Somos 300 los vecinos que nos hemos organizado", explica Carla, una de las vecinas conciencias con la causa. "Si vemos un cartel, como el de la calle Cáceres, en el que pone que no se puede aparcar por tala y/o poda, llamamos a la policía para comprobar que los permisos están en regla", añade.

Y es que denuncian que el Consistorio está llevando a cabo talas "que conviene para la obra", pero poniendo la "excusa de que están enfermos". Sin embargo, desde Cibeles, la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, defiende que están trabajando para que "la afección sea la menor posible". "A nadie le gusta tener que talar árboles para construir una infraestructura, pero, lamentablemente, a veces es necesario", ha apuntado. Y es que considera que la ampliación de la L11 es "muy necesaria" y "muy relevante" para la ciudad y, por tanto, es una intervención que debe llevarse a cabo, aunque "con las menores afecciones posibles en el arbolado".

Calle Cáceres y Méndez Álvaro

"El primer día, en la calle Cáceres, nos pilló desprevenidos". Así explica Carla la manera en que ocurrió la tala de uno de los árboles de la vía. No se habían enterado de que el Consistorio había puesto allí un cártel anunciando la actuación. "Al día siguiente, cuando llegamos, los operarios se fueron corriendo y ya habían talado otro", continúa. Este es el hecho que ha provocado que comiencen las patrullas vecinales, puesto que frente a la "pudrición" de la que habla el Consistorio, sospechan que pueden estar relacionadas con el proyecto de ampliación de la L11.

Por este motivo, cuando se enteraron de que había otro anuncio igual en Méndez Álvaro, los vecinos salieron a la calle al día siguiente a las 08.00 horas de la mañana. No estaban dispuestos a permitir que otro ejemplar desapareciese del barrio. "Cuando los vecinos empezaron a pedir los permisos para ver si se podía llevar a cabo esa tala, los operarios se fueron corriendo", indica Carla. Poco después, continúa, "aparecieron efectivos de Server (el servicio de inspección, evaluación y actuación en el arbolado de riesgo de Madrid) para evaluar los árboles que ya estaban destinados a la tala". Así es como lograron "salvar" esos dos ejemplares, comenta.

"Nos van a obligar a dormir debajo de cada árbol del barrio", se queja esta vecina.