La ampliación de la línea 11 de Metro entre las estaciones de Plaza Elíptica y Conde de Casal ha estado en el punto de mira de los vecinos desde que la Comunidad de Madrid anunció el proyecto. Las protestas por la perdida de arbolado se han ido sucediendo hasta que en febrero de 2023 el Gobierno regional tuvo que optar  por paralizar la tala proyectada sobre la zona de Madrid Río y replantear el proyecto. Tras cinco meses, la Comunidad ya tiene nuevo plan, en el que se contempla reducir el número de árboles que deben ser cortados: de los 1.027 de la primera idea a los 676 que se incluyen en el Documento Ambiental sobre la Modificación del Proyecto Constructivo de la Ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid. 

El Documento aún es provisional y debe someterse a un periódico alegaciones en el plazo de 20 días, por lo que todavía podría sufrir modificaciones. Sobre el número de árboles trasplantados, el total se reduce a 203 de los 348 contemplados en un primer momento. El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, declaró este lunes que "la modificación se ha hecho para que no se vean perjudicados muchos árboles y que la ocupación de vía pública se reduzca".

De aprobarse este nuevo proyecto, el arbolado afectado en el Parque Comillas (Carabanchel) pasaría a 199, en Madrid Río (distrito de Arganzuela) a 178, En Palos de la Frontera a 94, en la estación de Atocha a 79, en Conde de Casal a 181 y en pozos y restos a 164. El plan contempla la replantación de los ejemplares talados: "Se exigirá, en la forma en que se establezca, la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado", según recoge el Artículo 2 de la Ley 8/2005, de 26 de diciembre, de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid.

El recorrido y la ubicación de las cinco nuevas estaciones del futuro suburbano se mantienen sin cambios. En el parque de Comillas  será donde se dé acceso a la tuneladora. Está previsto que las obras tengan una duración de 40 meses, sin afectar al tráfico. La Estación en Madrid Río se ubicará en el interior del parque (a altura de las calles Naves y Valdelaguna), con una duración de 31 meses. La localización de esta terminal ha sido uno de los puntos que más críticas ha generado por los posibles efectos negativos que pueden tener los trabajos en la vegetación.

Madrid paraliza la tala de árboles y modificará el proyecto de ampliación de la L11 de metro

En Palos de la Frontera la nueva terminal estará ubicada bajo el Paseo de las Delicias. Para evitar cortar el tráfico, los trabajos se realizarán en tres fases, para los que se dedicarán 34 meses en total. Atocha seguirá un plan similar, aunque las peculiaridades de la estación obligan a que las obras se deban dividir en seis etapas, tras las que se empezará la excavación de la futura estación y los trabajos interiores, en conjunto se estima que se tarden 26 meses. La terminal de Conde de Casal también plantea particularidades, por lo que se ha decidido fragmentar el proyecto en ocho ciclos que terminarán a los 37 meses.

El nuevo proyecto también contempla otros aspectos de la construcción y su relación con el medio ambiente. Para reducir el impacto en el medio, se ha intentado reducir al máximo el espacio que será necesario ocupar durante las obras, por ello no se instalarán rampas de acceso para la extracción. Además, se ha reducido la cantidad de tierra movida. Según las explicaciones que se recogen en el Documento Ambiental sobre la Modificación del Proyecto, esto generará una menor emisión de CO₂ y de partículas en suspensión en el aire, al transitar menos camiones. El Documento también resalta que la modificación reduce la cantidad de los residuos generados y de los recursos empleados, al disminuirse el trazado del túnel en 320 metros menos. 

El objetivo que la Comunidad de Madrid persigue al embarcarse en esta obra de grandes magnitudes es la de ofrecer una alternativa de transporte público y descongestionar parte del tráfico de la línea 6 de Metro.