La limpieza regular de nuestro colchón y de la ropa de cama es fundamental para evitar problemas en la salud por la acumulación de microorganismos, como bacterias o ácaros. Estos últimos pueden suponer un verdadero riesgo, sobre todo en las personas alérgicas, por lo que es fundamental adoptar una serie de medidas para eliminarlos de manera definitiva. 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica que los ácaros se alimentan "de residuos orgánicos como la piel muerta que cada día se acumula en el lecho". Estos residuos, junto con el sudor y el calor del dormitorio, hace que proliferen estos microorganismos en nuestro colchón, sábanas, edredón o almohada. "No muerden ni pican, pero pueden resultar muy dañinos debido a las alergias y problemas respiratorios que causan sus secreciones", indica. 

Cómo prevenir los ácaros

Existen multitud de opciones para tratar de eliminar los ácaros, pero uno de los trucos más eficaces consiste en aplicar una mezcla formada por agua, bicarbonato de sodio y aceite esencial del árbol del té. Por otro lado, como explica la OCU, un remedio casero es "espolvorear bicarbonato por la superficie del colchón y la almohada y dejarlo actuar durante unas horas". 

Una vez aplicado, tendremos que aspirar con un cepillo para eliminar los posibles restos. "Cuando limpies el colchón, no olvides hacerlo en ambos lados del colchón y utilizar un aspirador con filtro HEPA", indica la OCU.

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Asimismo, la organización recomienda lavar la ropa de cama a altas temperaturas, entre 40 y 60 grados, para eliminar los ácaros. "Usar la secadora es también una opción eficaz. Otra alternativa es secar la ropa de cama al sol, ya que la luz ultravioleta y el calor del sol ayudan a combatirlos", apuntan. 

Por otro lado, la OCU aconseja seguir las siguientes pautas de higiene: