La influencer de comida vegana Zhanna Samsonova, conocida como Zhanna D'Art, ha fallecido "por hambre y desnutrición" tras cinco años seguidos de una estricta dieta de frutas y verduras, tal y como informa Daily Mail. 

Así lo han confirmado desde su entorno más cercano, aunque las autoridades aún no hayan revelado un motivo oficial para su muerte, que sucedió el pasado 21 de julio en Malasia.

Originaria de Rusia, a sus 39 años residía en Tailandia mientras hacía contenido para redes sociales sobre su dieta crudivegana, centrada en tomar solo frutas.

Según han contado algunos de sus amigos al New York Post, llevaba años siguiendo esta dieta a base de frutas y verduras muy específicas, brotes de semillas de girasol, batidos y zumos.

"Siento cómo mi cuerpo se transforma cada día", defendía en redes sociales. "Estoy encantada con mi nuevo yo y nunca volvería a mis hábitos anteriores". 

No obstante, sus vecinos y familiares ahora han destapado que llevaban un tiempo intentando que buscara tratamiento, ya que muchos días apenas tenía energía ni para salir de la cama. 

Por eso, aquellos que han hablado con la prensa están convencidos de que la desnutrición ha sido la causa del fallecimiento, a pesar de que la madre de Zhanna lo haya atribuido a algo "similar a la cólera".

Algunos defensores de esta dieta, que tiene muchos beneficios para salud si se plantea para asegurar que se consiga suficiente calcio y vitamina D, teorizan que han podido ser los pesticidas de la fruta lo que haya causado su muerte. 

Son muchos los que están expresando su enfado ante el rumor de que ni siquiera bebía agua, ya que solo tomaba sus líquidos en forma de zumo de frutas y seguía la dieta sin revisión médica. 

En sus publicaciones en Instagram se puede ver cómo las porciones y los alimentos usados en sus recetas han ido cambiando y reduciéndose en el último año, así como su aspecto ha ido empeorando. 

"Se ha derretido ante nuestros ojos, pero ella creía que todo iba bien", ha lamentado una de sus amigas. "Solo sus ojos, alegres ojos, y su precioso pelo compensaban la espantosa visión de un cuerpo torturado por la idiotez. Perdónenme si suena duro".