La mejora del empleo de los jóvenes es una de las asignaturas aún pendientes para nuestra sociedad. En el caso de aquellos que tienen una discapacidad la situación se complica todavía más. A la luz de los últimos datos disponibles recogidos por Odismet, el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo, de Fundación ONCE, provenientes del Empleo de la Personas con Discapacidad del INE, la situación de los jóvenes con discapacidad es manifiestamente mejorable. Según esta fuente, en España hay un total 111.000 jóvenes con discapacidad. Tienen una tasa de actividad del 19,7% frente al 35,5% de los jóvenes sin discapacidad, una tasa del empleo del 8% (frente al 23,2% del resto de jóvenes) y una tasa del paro del 59,3% (la de los jóvenes sin discapacidad es del 34,4%).

Conscientes de esta realidad, desde Inserta Empleo, la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo de las personas con discapacidad, llevamos años trabajando en mejorar esta situación. En línea con este compromiso, hemos organizado recientemente el ‘I Congreso Por Talento Joven’, un encuentro cofinanciado por el Fondo Social Europeo que ha contado con las intervenciones de treinta expertos que han expuesto la realidad a la que se enfrentan los jóvenes con discapacidad españoles a la hora de encontrar empleo.

En España hay un total 111.000 jóvenes con discapacidad, su tasa de empleo es del 8%

Si algo se ha puesto de manifiesto en las diferentes ponencias, es que los jóvenes con discapacidad son el mayor agente de cambio para conseguir una sociedad normalizada a nivel laboral, pero no pueden hacerlo solos. La formación, el asesoramiento familiar y las alianzas que fomentan el empleo son aspectos clave en la contratación de jóvenes con discapacidad. Es necesario activar su talento, una cuestión en la que es fundamental su entorno, pero también las empresas, que son las que han de abrirles la puerta al empleo y, por tanto, a su independencia.

La orientación es un elemento clave para que la inclusión se lleve a cabo, ya que, a menudo, los motivos que impiden el éxito en cualquier proceso son la falta de formación adecuada, de autoestima o de oportunidades para demostrar tanto su talento, como sus habilidades blandas, entre las que se encuentran la adaptación al cambio y su capacidad para la resolución de conflictos.

Cada vez es mayor el número de empresas que, a través de alianzas con Fundación ONCE e Inserta Empleo, se convierten en aliados indispensables de las personas con discapacidad, pero es necesario una apuesta particular para impulsar el empleo de los más jóvenes.

Las compañías que incluyen la diversidad, que integran a las personas con discapacidad y que ayudan a formar el talento, son rentables social y económicamente.

Ofrecer un futuro a los jóvenes con discapacidad pasa por conseguir que accedan a un trabajo con el que ganarse la vida. En esta dirección trabajamos con ahínco y ponemos a disposición de todos ellos la Comunidad Por Talento Joven, la primera iniciativa dirigida al entorno de los jóvenes con discapacidad (familias y profesionales que los acompañan) con el objetivo de asesorarles para que impulsen su inclusión en el mercado laboral y los acompañen durante el proceso. Seguimos en el camino para fomentar la proactividad de nuestros jóvenes y el compromiso de las empresas. Ellos también merecen su oportunidad.