El joven procesado por la brutal violación de una menor en Igualada durante la noche de Halloween de 2021 se ha negado a declarar en el juzgado este jueves durante la lectura de la interlocutoria de procesamiento. Según ha explicado el abogado de una de las acusaciones populares, Miquel Sàmper, el joven se ha mostrado "distante" y "muy frío". El juez ha cerrado la investigación y ha dejado al agresor a un paso del juicio. 

Declara la menor violada en Igualada: afirma que no recuerda nada ni de la agresión ni de los diez días siguientes y que siente "pánico"

El magistrado ha decidido procesar al hombre, que está en prisión preventiva desde abril de 2022, por un delito de agresión sexual y uno de intento de asesinato. Ahora la fiscalía, el resto de acusaciones y la defensa tienen que presentar sus escritos y la Audiencia de Barcelona tendrá que fijar fecha de juicio.

"Hay una violencia desenfrenada hacia la víctima. La joven está viva de milagro, si no aparece una tercera persona, estaría muerta". Así lo ha relatado ante los medios de comunicación el abogado de una de las acusaciones populares, Miquel Sàmper, en la salida de los Juzgados de Igualada.

El joven, que está ingresado en la prisión desde abril del año pasado, ha sido trasladado a los Juzgados para que el juez instructor del caso le leyera los hechos por los cuales se le procesa: un delito por violación y otro por intento de homicidio. Según Sàmper, el joven, que se ha acogido a su derecho a no declarar, se ha mostrado "distante" y "muy frío" durante los "poco más de tres minutos" que ha durado la lectura por parte del magistrado.

A partir de este momento, el ministerio fiscal, la defensa y las acusaciones (particular y popular) tendrán que presentar sus escritos, y la Audiencia de Barcelona tendrá que fijar fecha de juicio. Sàmper confía en que sea antes de acabar el año.

La pena que le podría caer si le acabaran condenando por ambos delitos es de entre 20 y 30 años. En la resolución judicial, el juez sitúa la pena por la violación en la parte alta de la horquilla de condenas por este delito que marca el Código Penal, entre 12 y 15 años, teniendo en cuenta "el carácter particularmente degradante y vejatorio" de la agresión. Pero como después de atacarla sexualmente, el juez considera que la intentó matar, la ley marca que la condena total pueda llegar hasta las tres décadas de prisión. Aun así, Sàmper ha apuntado que el joven podría salir beneficiado por la ley del "solo sí es sí".