Ana Obregón ya se encuentra instalada en la casa familiar de Costa de los Pinos en Mallorca para disfrutar del primer verano junto a su nieta, Ana Lequio. La presentadora, que se encuentra totalmente aislada del mundanal ruido y que apenas responde a los mensajes de los periodistas, está preparando su desembarco en las revistas del corazón con su ya mítico posado veraniego. Un encuentro con los fotógrafos y reporteros que, durante cerca de dos décadas, ha servido para dar el pistoletazo de salida a las vacaciones de verano.

Explican que en esta ocasión, Obregón realizará la sesión fotográfica a cambio de una buena suma de dinero. Nadie descarta que las imágenes puedan verse a partir de la próxima semana.

Su decisión no sorprende, pues sigue en la misma línea de los últimos tiempos, rentabilizando su tardía maternidad. Será la primera vez en la que se podrá ver a la hija biológica de su hijo Aless en la villa mallorquina, donde ha hecho tantos e inolvidables reportajes junto a su hijo Aless y sus padres, Ana y Antonio.

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Quien sigue sin conocerla es Alessandro Lequio. El italiano parece reacio a cumplir con las pretensiones mediáticas de Obregón ni tampoco a ceder ante lo que considera una presión innecesaria. La relación entre ellos es más convulsa de lo que ambos desearían y sólo el tiempo logrará calmar las tensiones entre ambos.