El drama de Alfonso, sin casa por el incendio de La Palma: "Si llegamos a estar dormidos, no lo contamos"

Algunos vecinos tuvieron que elegir entre su casa o su negocio.
Algunos vecinos tuvieron que elegir entre su casa o su negocio.
Algunos vecinos tuvieron que elegir entre su casa o su negocio.
Algunos vecinos tuvieron que elegir entre su casa o su negocio.
Atlas

La vida del agricultor Alfonso Vallesteros y su familia dio un vuelco de 360 grados poco después de la 1 de la madrugada de este pasado sábado en tan solo un minuto. Sesenta segundos cruciales que lo cambiaron todo. Este vecino de Puntagorda, el barrio donde se originó el incendio de La Palma este pasado fin de semana, es uno de los pocos que ha perdido su primera vivienda por completo. De la casa de Vallesteros solo quedan cimientos y cenizas, de su ánimo algo más: "Solo han sido daños materiales, nada más", dice entre aun sorprendido y resignado. 

Su domicilio, todavía en pie pero inhabitable, se encuentra en la segunda calle donde llegó el fuego. "Sobre la 1 de la mañana empezamos a oler a quemado. Les dije a mi mujer y mis hijos que se fueran, pensando en que las llamas tardarían en llegar y en que podría apagarlo, pero un minuto después estaban en mi casa", cuenta tras tres días de idas y venidas ayudando a vecinos, solucionando su situación personal y reuniéndose con técnicos del Ayuntamiento. "Si llegamos a estar dormidos cuando llegó el fuego no lo contamos", sentencia, dando muestra de la rapidez y gravedad del asunto. 

Él y otro vecino son los únicos que han perdido su vivienda habitual, "lo demás han sido casas de vacaciones, bodegas, negocios...", explica el vecino de Puntagorda. Vallesteros intentó apagar el fuego con una manguera pero nada podía parar unas llamas que aun siguen activas y que se han llevado por delante alrededor de 3.500 hectáreas, según el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), que ha informado este lunes por la tarde de que el fuego continúa activo en tres frentes, donde aún no está controlado ni perimetrado, y preocupa especialmente el flanco sur del parque nacional de la Caldera de Taburiente.

Así ha quedado la casa de Alfonso Vallesteros, uno de los vecinos de La Palma afectados por el incendio.
Así ha quedado la casa de Alfonso Vallesteros, uno de los vecinos de La Palma afectados por el incendio.
A.V.

Así pues, cuando el vecino palmero vio que no podía hacer nada, se llevó a su familia a la montaña, donde también podía ver cómo iba avanzando el fuego, y decidió bajar a ayudar a sus vecinos. "Cuando volví a la zona tras dejar a mi mujer y mis hijos, los Bomberos ya habían pasado pero no pudieron hacer nada. No tengo queja, la parte humana se hizo muy bien, lo que faltaban era medios, como cubas y eso", comenta, a la vez que recuerda que "había diez puntos activos en ese momento, era imposible apagarlo". 

Vallesteros sabe que le costará volver a reconstruir su casa, por eso, aparte de las ayudas que reciba del Gobierno, tiene claro que pedirá "donativos". "Somos conscientes de que no podemos rehacer nuestra vida sin ayuda. No nos gusta, pero las ayudas estatales llegarán tarde y no cubrirán el 100% del problema". 

Las mismas ayudas y castigo ejemplar

El agricultor se muestra así agradecido con que los Servicios de Emergencia intentaran hacerlo todo, también con sus vecinos y la corporación municipal, que han ayudado a su familia "en todo momento". "Estoy tranquilo, hubo muchas personas durante el volcán que sufrieron lo mismo y siguen en pie. El Ayuntamiento y los servicios sociales nos han ofrecido ropa, comida... yo lo que necesito es una casa donde vivir un tiempo indefinido. Llamaron al Cabildo y mediaron y salí de la oficina prácticamente con las llaves de una casa en la mano", relata el agricultor, que también ha perdido las semillas que iba a plantar durante estos días. 

Pese a todo, este palmero lo tiene claro. "Pido las mismas ayudas que se les dieron a los afectados por el volcán. Lo mismo es que te destruya la casa la lava que el fuego", afirma. Y si tiene que poner un pero a toda su fatídica experiencia son las formas en las que se originaron las llamas. "Sé que quien inició el fuego no quería quemar mi casa, pero pido que esas personas lo paguen de manera ejemplar"

Las últimas informaciones apuntan a que el incendio se originó por la quema de un contenedor después de una fiesta. No es un hecho aislado, los incendios en la isla se suceden cada verano. "Es habitual pero por las negligencias, de quienes no desbrozan sus fincas; de los que tiran colillas desde los coches o de los que queman un contenedor... hay que tener conciencia del peligro de estas acciones en plena ola de calor". 

Cancelaciones y pilotos

En ese sentido, gracias a la limpieza del terreno, David Lorenzo puede ver cómo sus casas rurales siguen todavía en pie. "Cuando empezó el fuego tuvimos que desalojar a los clientes. Teníamos cinco casas llenas, aunque en tres de ellas había pilotos de la brigada contra incendios que vienen todos los años por estas fechas", explica. En estos días, todo el terreno que rodea las viviendas que alquila ha sido arrasado por las llamas, pero gracias a que antes del verano limpiaron todo no han tenido que lamentar males mayores. "No se puede dejar la paja seca y el pinocho", sentencia el hostelero, que ha tenido que cancelar las reservas hasta saber cómo avanzará el incendio. 

Aunque no todos han podido salvar sus negocios. La empresa Vinos Tendal, muy conocida en la zona, ha perdido por completo sus instalaciones. "¿Cómo escribir estas líneas sin que te inunde la congoja?", dicen en sus redes sociales, donde han anunciado la tragedia. "Nuestra bodega se despide entre las llamas, tan solo esperamos que no nos haya dado un adiós, sino solo un hasta luego. Lucharemos con fuerza porque así sea", han publicado. 

Aun quedan 14 sin volver a casa

Según los últimos datos ofrecidos por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), se ha ampliado el terreno que estaba cerrado por peligro ante el fuego y ya solo quedan 14 personas realojadas por volver a su casa de los casi 4.500 que fueron desalojados en los primeros compases de la tragedia. Así, se mantendrán los mismos recursos que hasta ahora para este martes (550 efectivos y 10 medios aéreos) y, durante la noche, habrá 153 personas de guardia en extinción más otros 40 en seguridad. 

Humo provocado por las llamas del incendio de La Palma.
Humo provocado por las llamas del incendio de La Palma.
Europa Press

Los servicios de extinción se mantienen, sobre todo, en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, el lugar en el que se están concentrando gran parte de los esfuerzos de extinción ya que hay tres focos activos, aunque la evolución del fuego "es favorable". Tanto por tierra como por aire tratan de acabar con las llamas en esta zona de gran riqueza natural y aunque el fuego avanza lentamente, se espera que estos días aumenten las temperaturas, algo que no ayudará a la extinción. Aunque la nubosidad, que hasta ahora no ha permitido un acceso total de los medios aéreos, desaparecerá.

Continúa evacuada la parte superior de la LP-1, desde la zona del Fayal hasta la Torre del Time, además del barrio de El Roque y la zona de la Hacienda del Cura.

El incendio se originó hacia las 1.05 horas de este sábado en el municipio de Puntagorda, El Fayal. A las 6.12 horas de la madrugada, el Gobierno de Canarias activó el nivel 2 de emergencias debido a su magnitud. 

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