Las plagas de insectos, los mosquitos e incluso la transmisión de enfermedades por picaduras encuentran un freno natural en aves insectívoras como el vencejo. Sin embargo, desde 1998 el número de ejemplares se ha reducido en un 33,6% en España, según los datos de SEO BirdLife. Desde Ecologistas en Acción han denunciado la destrucción de sus nidos y el impacto negativo que genera la pérdida de ejemplares.

Estas aves, acostumbradas a los entornos urbanos, regresan a Madrid para reproducirse en los meses de abril y agosto. Sus nidos se suelen situar en los recovecos y aleros de los edificios, pero muchas personas los retiran justificando que ensucian. En otras ocasiones son destruidos por las obras rehabilitación. Por este motivo, la confederación de grupos ecologistas está pidiendo al Ayuntamiento de Madrid y a la Comunidad de Madrid que actúen para proteger a los vencejos.

Hace unas semanas, Ecologistas en Acción denunció la realización de obras en un edificio en la Cuesta de las Descargas, en el centro de Madrid, por sus efectos adversos para la protección de esta especie. "La colocación de un andamio con redes de protección en la fachada aisló varios nidos de vencejo situados bajo el alero del edificio, de modo que los adultos no podían acceder", explican.

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Un ejemplo de los beneficios de la biodiversidad

Los vencejos son aves insectívoras que ayudan a controlar la población de insectos, por lo que desde la organización indican que esta especie es el más claro ejemplo de los beneficios que tiene la biodiversidad: "Devoran una gran cantidad de insectos, ayudan a controlar las plagas sin la necesidad de pesticidas. En verano, estas aves ayudan a controlar la proliferación de mosquitos, que no son solo molestos porque nos piquen por la noche, sino que también son transmisores de enfermedades", explican.

Estas aves están protegidas y destruir o dañas sus nidos está perseguido por la ley. El Código Penal contempla penas de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses a quien "realice actividades que impidan o dificulten su reproducción o migración". La Ley 42/2007 de Biodiversidad estatal contempla sanciones de entre 3.001 a 200.000 euros.

A pesar de la protección legal, desde Ecologistas en Acción avisan de que muchas veces se conceden licencias para obras en zonas donde hay nidos: "Los ayuntamientos conceden habitualmente licencias de obras en edificios ocupados por estas especies en pleno periodo de reproducción". Además, también añaden que se han aprobado "más de 100 autorizaciones entre 2022 y 2023" para retirar los nidos por razones de seguridad y salud.

Las medidas que desde la confederación de grupos ecologistas solicitan a las administraciones pasan por hacer un registro y seguimiento de las colonias existentes, a través de una base de datos que se actualice de forma periódica. También prohibir las obras en las fachadas y estructuras durante la época de cría y la necesidad de conservar los aleros y salientes de los edificios durante las obras de rehabilitación.