10 claves para sobrevivir a la ola de calor y evitar las secuelas en tu salud según OCU

Para evitar la deshidratación con las altas temperaturas, es imprescindible beber agua con frecuencia. Te mantendrás hidratado y evitarás los golpes de calor, tal y como señala el Ministerio de Sanidad.
Uno de los aspectos más importantes para evitar golpes de calor es el de beber agua con frecuencia e hidratarse bien.
Pixabay/Pezibear
Para evitar la deshidratación con las altas temperaturas, es imprescindible beber agua con frecuencia. Te mantendrás hidratado y evitarás los golpes de calor, tal y como señala el Ministerio de Sanidad.

La primera ola de calor del verano se adentra en un nuevo día con temperaturas que pueden alcanzar los 44ºC. Cuatro son los avisos de nivel rojo emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología Española (Aemet): Granada, Albacete, Teruel y Zaragoza son las provincias donde hay riesgo extremo por las altas temperaturas.

Además de las provincias bajo aviso de nivel rojo, casi toda España se encuentra bajo riesgo amarillo o naranja por altas temperaturas, tormentas y fuertes vientos. Solo Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y algunas zonas de Castilla y León se libran de esta ola de calor.

Cómo prevenir los efectos de las altas temperaturas y su impacto en nuestra salud

Teniendo en cuenta la intensidad de la ola de calor y las altísimas temperaturas que hay en algunas zonas de España, OCU ha compartido varios consejos para hacer frente al calor y reducir los riesgos de sufrir un golpe de calor y otras afecciones para la salud.

  • Hidratación. Es uno de los aspectos más importantes. Si ya lo es en el día a día, durante las olas de calor es vital. Se recomienda beber agua y otros líquidos a menudo, pero no vale cualquier bebida: se aconseja evitar refrescos azucarados, bebidas con cafeína y el alcohol (deshidrata). 
  • Comidas. Hay que evitar comer demasiado. Lo mejor, comidas ligeras y frescas: ensaladas, sopas frías, gazpacho y otros alimentos que, además, puedan favorecer la hidratación.
  • Grupos de riesgo. Hay que saber bien quiénes son las personas más vulnerables a las altas temperaturas. Bebés, niños pequeños, nuestros mayores y personas con enfermedades crónicas son quienes deben tener más precauciones.
  • Protegerse del sol. Con las altas temperaturas, muchos tienden a refugiarse en playas y piscinas. Es esencial usar protección solar, aplicársela varias veces al día y que esta sea de un factor elevado.
  • La sombra, nuestra aliada. Trata de buscar siempre una sombra en la que cobijarte. Especialmente en las horas centrales del día y de mayor incidencia del sol.
  • Ropa para el calor: mejor usar prendas ligeras, holgadas y transpirables. El calzado debe ser cómodo y fresco, que permita 'respirar' a nuestros pies.
  • El coche. Si tienes que coger el coche, trata de mantener una temperatura razonable. El calor favorece la somnolencia y, por tanto, puede aumentar el número de accidentes.
  • No dejar a nadie dentro del coche (mascotas incluidas). Da igual que sea solo unos minutos. Las temperaturas son tan elevadas que el efecto del calor y las consecuencias pueden ser fatales.
  • El botiquín. Es una de las cosas en las que menos personas caen. Pero las altas temperaturas pueden afectar a los medicamentos.
  • Médico. No te hagas el duro. Si te encuentras mal o tienes algún síntoma compatible con un golpe de calor y este no ha remitido en una hora, no dudes en acudir al médico. Los síntomas más frecuentes relacionados con un golpe de calor son: confusión, sequedad, piel enrojecida, dolor de cabeza, pulso débil o acelerado, malestar generar...).
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