"Por lo mucho que os quise y lo mucho que me quisisteis. Mucho amor para todos vosotros. Vuestro papá, Silvio". Así terminaba una carta manuscrita, que se abrió este miércoles y que se ha hecho pública este jueves, en la que Silvio Berlusconi añadía últimas voluntades a sus otros dos testamentos firmados ante notario. 

Fechada el 19 de junio de 2022 (cuando Berlusconi ya estaba enfermo de leucemia), su novia, Marta Fascina, 53 años menor que él, fue la encargada de abrir ante notario la misiva, una sola hoja en la que deja como herederos de su imperio, Finivest, a sus cinco hijos: Pier, Marina, Barbara, Eleonora y Luigi (al este último se le olvida mencionarle en el escrito). Pero no podrán ejercer el control de la misma en solitario. Finivest engloba el coloso televisivo Media For Europe (MFE) -la antigua Mediaset-, el banco Mediolanum, la editorial Mediolanum y el equipo Monza, en Primera División.

Pese a que entre todos suman más del 61% de la sociedad familiar, tras conocer las últimas voluntades, los herederos han hecho público un comunicado. "Marina Berlusconi, presidenta del Consejo de Administración, y Pier Silvio Berlusconi, Barbara Berlusconi y Luigi Berlusconi, consejeros, tras habérseles leído el testamento de su padre, Silvio Berlusconi, informan de que del mismo se desprende que ninguna parte ostentará indirectamente el control exclusivo de Fininvest SpA, que antes ejercía el propio padre", reza.

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30 millones para su mano derecha

Además, Berlusconi lega 30 millones de su fortuna a Marcello Dell'Utri, su mano derecha, fundador de su partido Forza Italia y condenado a siete años de prisión por vínculos con la mafia siciliana Cosa Nostra. También dona 100 millones a su hermano Pablo y otros 100 a su "viuda", con la que se casó simbólicamente en una ceremonia sin valor legal.

En la carta, el ex primer ministro italiano pide a sus hijos y legítimos herederos que se preocupen de cumplir con estas voluntades: "De vuestra herencia de todos mis bienes debéis reservar estas donaciones".  

No lo reparte a partes iguales

La fortuna no ha sido dividida en partes iguales. La ley exige que, en ausencia de cónyuge, dos tercios del patrimonio deben ser repartidos equitativamente entre los hijos, mientras que el tercio restante puede ser dispuesto a voluntad.

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De ese modo, el quinteto de vástagos recibirá el 8% de la cuota del patriarca en Fininvest, hasta el 40% "repartible", mientras que el 20% restante se sumará a la cartera de Marina y Pier Silvio, que juntos podrán controlar el imperio con un 53% de su capital total. Los tres hijos de Berlusconi de su segundo matrimonio han tenido siempre un papel mucho menos importante en sus negocios. 

A lo largo de su vida, el exmandatario y magnate amasó una fortuna estimada en más de 6.000 millones de euros entre sus empresas y propiedades de todo tipo, desde cuadros, villas, barcos, joyas o helicópteros.